ÁMBITO LIBRE DE VIOLENCIAS

Varones que deconstruyen su género

El gran avance de los feminismos asumiendo que “lo personal es político”, hizo que las violencias se trataran ya no como temas íntimos sino que se vieran dentro de un sistema social, económico y cultural, construido desde la hegemonía patriarcal. La mirada desde una perspectiva de género, permitió la creación de políticas públicas tendientes a visibilizar  esta problemática de las mujeres y disidencias. Aunque  no todos los varones fueron incluidos desde el inicio en este proceso, hubo feminismos que lo consideraban fundamental para llegar a la justicia social deconstruyendo los roles jerárquicos generados por ese mismo sistema.

Hoy ya se ha asumido esta necesidad y son los mismos varones actores importantes de estos cambios. Es necesario marcar el lado positivo que tiene el problema, y visibilizar el complejo trabajo de reflexión para la deconstrucción de su propio rol, que los varones están realizando, al calor precisamente de los desafíos de los feminismos: “Si como varones cis-heterosexuales escribimos sobre género y violencias, sobre machismo y patriarcado es, entre otras cosas, porque de alguna manera buscamos hacernos cargo de las interpelaciones de nuestras compañeras y de las diversas luchas del amplio campo del movimiento feminista en este tiempo” señala Vergara Duveaux en "Patriarcado y Masculinidades: La deconstrucción como tarea de re-construcción de un orden social otro"  asumiendo el reconocimiento de sus propias identidades dañadas,  a la luz de la deconstrucción de los mandatos de la sociedad patriarcal realizada por las mujeres desde un enfoque de géneros.

 

Las “nuevas” masculinidades asumen conciencia política al romper con el pacto patriarcal, reconociendo que esto implica también desafiar los roles definidos para los varones. Los cambios en las formas de vinculación deberían remover el monto de poder que porta la violencia de la identidad masculina, fundante del machismo de los varones. Al respecto, resulta importante destacar la importancia que tiene en el inicio de la construcción de una masculinidad sin violencias, la aplicación efectiva en todas las escuelas del país del Programa Nacional de Educación Sexual Integral (ESI).  La misma se promulgó hace 15 años por la Ley 26.150 pero todavía no ha sido implantada adecuadamente en todo el sistema educativo del país.

 

Por otra parte, se vienen desarrollando programas específicos para  abarcar y acompañar la problemática de las masculinidades, en muchas regiones de Argentina y en este sentido es importante destacar que desde el Proyecto  “Prevención para Construir Masculinidad sin Violencia”, del Ministerio de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la Provincia de Buenos Aires, se generó la Guía de Orientaciones Básicas para la Prevención de las Violencias por Razones de Género, junto con la Red de Equipos de Trabajo y Estudios en Masculinidades (RETEM) apoyados por el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad y la iniciativa Spotlight. Los objetivos de esta Guía plantean promover una perspectiva integral para el abordaje de la violencia masculina en los equipos de trabajo orientados a la intervención con hombres que ejercen violencias de género, facilitando herramientas teóricas y prácticas que permitan comprender el tema como un problema social que afecta la garantía de derechos humanos,  prioritariamente sobre la vida de las mujeres. Esta Guía se complementa con el Mapa Federal de Experiencias con Varones y Masculinidades en Argentina.

El avance de estas acciones marcan la importancia que se le está dando a este proceso  desde el Estado y las organizaciones sociales, y el valor que los varones le están imprimiendo a la  deconstrucción de su propio rol  para organizar una sociedad con mayor paridad y armonía para sus habitantes. Revisar las formas de vinculación facilita renunciar a la homofobia y a la violencia que se volvió constitutiva del machismo, lo que no es sólo un imperativo ético sino una oportunidad para vivir mejor.