José María Navarro, delegado de ATE en el hospital San Martín, informó que la semana pasada, "había un paciente internado y a altas horas de la noche, vinieron familiares y amigos de esta persona y les dijeron que se tenían que retirar, lógicamente hubo una reacción y las enfermeras fueron amenazadas", dijo.

Navarro manifestó que esta situación puso en evidencia que la seguridad no es tal y que el personal policial destacado en el lugar no resulta suficiente. En el Hospital San Martín hay un destacamento con dos agentes de seguridad de modo permanente; a ellos, se agregan tres policías más, contratados por el Ministerio de Salud como servicio adicional, que se reparten entre la Guardia de Emergencia, y dos "retenes" en los pasillos para impedir, en teoría, que nadie ingrese a las salas fuera del horario de visita.

El incidente con los familiares en Traumatología derivó en una aceleración de puesta en marcha de un plan que ya estaba pensado en el Hospital San Martín: de qué modo dotar de mayor seguridad al lugar.