NOTA DE OPINIÓN

Tragedia de la Cuesta: un año y las mismas sensaciones

El lunes se cumplió el primer aniversario de la peor tragedia vial en San Rafael. El almanaque nos recordó amargamente aquel frío domingo 25 de junio de 2017, cuando un colectivo que no se encontraba en condiciones de circular por ese lugar, volcó en nuestra Cuesta de los Terneros dejando la luctuosa cifra de 15 personas muertas, la mayoría adolescentes del instituto de danzas Soul Dance, del bonaerense Grand Bourg, que habían ido a pasar –vaya la paradoja- un día de alegría en Las Leñas.

A 365 días de aquella tarde que pocos olvidarán, el sentimiento sigue siendo de desasosiego. La causa civil en pos de lograr un eventual resarcimiento económico (como si el dinero pudiera pagar una vida o las lesiones que sufrieron las víctimas) continúa su camino. En la faceta penal, la Justicia tiene determinado por ahora que la acción se encuentra extinta puesto que quien supuestamente manejaba el colectivo ese día, Jorge Damián Pinelli, falleció en el siniestro.

Lo cierto es que la angustia no ha cesado desde aquel día. Y es que, más allá del trágico hecho en sí, poco después pudimos saber que la empresa que era responsable del viaje y que se encontraba inhabilitada para llevar a cabo esa tarea, seguía recorriendo el país con sus vehículos fuera de regla y poniendo en peligro a más personas.
También vimos cómo los controles policiales y administrativos en la zona del desastre se fueron espaciando en el tiempo y, más allá de las atendibles razones que aducen sus responsables respecto a la falta de capacidad operativa para realizarlos, no dejan de generar la impresión de que los mecanismos sólo se ponen en marcha cuando una tragedia nos toca con sus pavorosas manos.

Este lunes las víctimas del vuelco más triste que tienen las rutas locales fueron recordadas en Grand Bourg y en San Rafael. Quizás el intentar mejorar nuestras conductas viales y realizar todos mayores aportes –Estado y ciudadanos- para evitar nuevas tragedias sea el mejor homenaje que se le puede rendir a quienes sufrieron ese injusto golpe.

Por Alejandro Sosa