POR DANIEL CORUJO TENIS

Tenis rico. Tenis pobre

El regreso del tenis profesional masculino en medio de la pandemia del Coronavirus tiene, según el nivel de torneos, distintos grados de “seguridad sanitarias” que, como de costumbre, deja más expuesto al jugador de menos recursos que va a torneos más chicos.

Charlando con los jugadores argentinos en esta primera semana de competencia, por ejemplo, Horacio Zeballos, quien está en el video que acompaña esta nota, nos cuenta que en la “Burbuja de Nueva York”, donde se jugara en M1000 de Cincinnati y el US Open, a los jugadores, entre varias medidas, se lo hisopan cada 72 horas.

En cambio, en el challenger de Todi, en Italia, Juan Pablo Ficovich nos comentó que fueron hisopados todos los jugadores antes de empezar el torneo (el jueves los de la qualy y el domingo los del cuadro principal).

Se les toma la fiebre todos los días antes de ingresar al club. El barbijo o mascarilla sólo se lo sacan para jugar (en el sorteo aún lo tienen que tener puesto) o comer.

Y sólo si algún jugador tiene síntomas de COVID se lo volverá a hisopar.

Por su parte, Francisco Cerúndolo, quien está jugando un Future de 25 mil dólares en premios en Vogau, Austria, comentó que a los tenistas participantes solo toman la fiebre una vez que ingresan al club y les hacen firmar declaración jurada que no tiene síntomas de COVID, ni estuvieron cerca de alguien con síntomas.

Allí, en Austria, la mascarilla se debe usar obligatoriamente en los espacios cerrados.

En tanto, en las últimas horas, la organización de ATP Challengers dispuso que: A partir de Ostrava y Cordenons, semana del 31 de agosto, los participantes y sus invitados deben llegar con una prueba negativa tomada en los 4 días anteriores (lo que no se especifica es si el tenista debe correr con los gastos), los jugadores del cuadro principal deben someterse a otra prueba en el lugar el lunes.