especialista en familias VERANO 2021

Alejandro Schujman: "Tenemos que cuidar, sin descuidar a los chicos"

La pandemia afectó a todos los ámbitos de la vida donde el ser humano se desarrollaba. No hubo un rubro que haya quedado indultado por la hegemonía del virus y su amenaza constante a la sociedad. La educación es uno de los más afectados, y los alumnos son quienes sufren las consecuencias.

Por eso mismo, estuvo en comunicación con Radio Nacional, el psicólogo especializado en familia y adolescencia, Alejandro Schujman, para aportar, desde su visión profesional, todos los pros y contras de la vuelta a clases.

Como un primer planteo, el aislamiento en los más chicos afectó en su desarrollo social. Según Alejandro, “les sacó el día a día con sus pares, amigos, con las instituciones, sus rutinas y las escuelas. Al principio era muy bueno porque podían estar con sus padres, pero al pasar los meses, la necesidad de interactuar con sus pares se hace necesaria”.

 “Están hartos de las pantallas”

Y, como contraparte de los niños, los padres son también víctimas de los desórdenes rutinarios que sufren sus hijos. “Los padres también sufrieron el cambio de rol, suplantando a los profesores en sus propias casas”, afirmó.

La vuelta a clases, o la educación debidamente otorgada, es un fundamento que rige en gran parte del mundo, pero siempre, como afirma el profesional, “con protocolos y burbujas, los chicos pueden, necesitan volver a las aulas”.

En otros países, la gente está volviendo a encerrarse, pero acá, en Argentina, aun no sufrimos una tercera ola, como en Europa. Esoa "tranqulidad" podría propiciar un descuido generalizado por parte de la sociedad, y, como consecuencia, el sistema de salud se estresaría, poniendo en riesgo la disponibilidad de recursos médicos para toda la población.

“Tenemos que cuidar, sin descuidar a los chicos”

Como un consejo para los padres y madres que enfrentan una situación de  incertidumbre por la pandemia y sus riesgos, Alejandro recomendó que, “empujen “amorosamente” a los chicos hacia afuera”, sin miedo ni titubeo. Pero siempre transmitiendo tranquilidad e informando sobre los cuidados correspondientes que deben tener. Y desde ya, educando desde el ejemplo.

 

 



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