América latina vive una alarmante crisis de seguridad. Las cárceles lejos  de frenar los niveles de delincuencia se han convertido en escuelas del crimen. Uno de cada tres delincuentes de la región reincide. Y la mayoría lo hace por crímenes más graves que los que los llevaron a la cárcel por primera vez.

En Brasil, por ejemplo, grupos del crimen organizado como el Primer Comando de la Capital o el Comando Vermelho nacieron en las cárceles y desde allí coordinaron y expandieron sus operaciones.

Pero en Uruguay hay una cárcel distinta, que representa un punto de vista alternativo en el manejo de estas instituciones.  Es el penal de Punta de Rieles ubicado en las afueras de Montevideo. Luis Parodi es  director civil de la cárcel y dialogó con Una Vuelta al Mundo.

La entrevista es de Cecilia Diwan.