Con doble propósito PANORAMA NACIONAL

Patagónica INTA, cebada adaptada a las necesidades de la región

Se trata de la primera variedad de cebada seleccionada en la región que combina altos y estables rendimientos de grano con una buena calidad maltera. Patricia Chaina, periodista especializada en temas agropecuarios, explicó los propósitos y particularidades que tiene Patagónica INTA, actualmente en multiplicación en el semillero de cereales del INTA Esquel, en la provincia de Chubut.

Es un cultivar de doble propósito adaptado a las condiciones climáticas de la región que puede ser utilizado como forrajera para el ganado y como insumo para la producción de cerveza artesanal.

Patagónica INTA surge de la propuesta por parte de algunos cerveceros artesanales de la zona de contar con una cebada de origen local donde todos los insumos utilizados sean de origen local, como el agua, las levaduras, el lúpulo y ahora la cebada.

En los ensayos realizados para el proceso de selección de la variedad, dio extractos más altos y una mayor producción de biomasa que los testigos comerciales como Andreia, por lo tanto, se recomienda para la producción de reservas forrajeras de planta entera, como silajes y rollos.

A su vez, la Patagónica INTA posee muy buenos niveles de digestibilidad de fibra lo cual se destaca dentro de las cebadas.

A inicios del año 2020 se tomó la decisión de instalar un semillero con el fin de multiplicar distintos cereales de invierno que fueran de interés tanto para los sistemas productivos del área de influencia del INTA Esquel, como de toda la región patagónica.

También es importante contar con una cebada local para tener siempre la misma variedad a disposición, ya que distintas cebadas necesitan procesos malteros distintos, entonces si se cuenta con la misma variedad, se puede ajustar el proceso para tener un mejor rendimiento en las cervecerías.

La cebada Patagónica INTA se comercializa desde 2021 para ser sembrada en la comarca del Paralelo 42 –Río Negro y Chubut–, el Valle 16 de Octubre y Valle de Cholila –Chubut–, y en Perito Moreno, Los Antiguos –Santa Cruz–. Aproximadamente un 10 % se sembró en otoño con destino a producción de reservas forrajeras de planta entera y el restante 90 % en primavera, principalmente para producción de grano forrajero.

También hubo una articulación con el INTA Bordenave –sudoeste bonaerense– que con su programa de mejoramiento de cebadas cerveceras, contaba con materiales y líneas de producción que ofrecieron y se probaron para ver cuál podía funcionar en esta región.

 

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