Carlos M. Gómez. Custodio de Boulogne Sur Mer Pan Casero

"Nos falta un peldaño de nuestra Historia"

Carlos Miguel Gómez, suboficial mayor del Ejército Argentino, custodio de la Casa Museo General San Martín, en Boulogne Sur Mer, charló con Oscar “Cholo” Gómez Castañón  sobre su vida en su exilio francés.

En la nota, Carlos Miguel Gómez nos comenta que la vida del General en sus últimos días estuvo signada por la austeridad que lo acompañó durante toda su vida. “Su habitación era sencilla, de 4 metros por 3, aproximadamente, amueblada con un escritorio, un sillón y dos sillas”

Compartió la casa con, El Dr. Gérard, propietario del inmueble, ofreció al General San Martín el segundo piso de su casa, ubicada en el 105 de la Grande Rue (actualmente 113).

En una crónica de la época, Gérard describe a San Martín como un “anciano muy gentil, alto, que ni la edad,  ni las preocupaciones, ni los dolores físicos habían podido doblegar. Sus rasgos eran expresivos y simpáticos, su mirada penetrante y alerta, sus modales amables y era muy instruido. Sabía y hablaba corrientemente el francés, el inglés, el italiano y, por supuesto, el castellano; había leído todo lo que podía leerse. Su conversación, fácilmente jovial, era una de las más atractivas que podía escucharse. Su bondad no tenía límites…”.

“La casa consta de cuatro plantas, tres entradas y una de ellas dotadas con un ascensor de  la época y las habitaciones del General y su hija permanecen inalteradas, también hay una  sala donde hay una réplica el catre de campaña y otros enseres que utilizó en el Cruce de los Andes, contraviniendo las opiniones de sus médicos debido a su estado de Salud”

“Era devoto de la guitarra, la lectura, el asado y el café, como buen argentino.  Como curiosidad relata que el reloj de bolsillo que utilizaba el General se detuvo a las 15 hs del 17 de agosto de 1850, a la hora y el día de su fallecimiento”

Luego relata el periplo de la familia por Europa, cuya intención final era radicarse en Inglaterra, pero residió en Bruselas hasta el año 1830, donde estalla una revolución y es contactado para participar de la misma, pero se negó pensando en la seguridad de su familia. Luego recala en Grand Bourg, donde pasa la mayor parte de su exilio en Francia, allí se casa Merceditas con Mariano Severo Balcarce, Encargado de Negocios de Argentina en Francia y donde nacen sus nietas,  pero como consecuencia del estallido de la Revolción por la Segunda Republica Francesa se traslada a Boulogne sur Mer, hasta el día de su muerte.

“La poca difusión de sus últimos días hace que nos falte un peldaño de nuestra historia”



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