RUTA MUJERTROVA Santa Fe

Martha Elena Hoyos: "Sería difícil elegir la rítmica más bella de Argentina"

El viernes 16 se presentó la trovadora colombiana Martha Elena Hoyos en la Asociación Cultural El Puente (1° de mayo 3349). El recital, enmarcado en el ciclo "Ruta Mujertrova" recorre 30 años de camino discográfico, y contó con las participaciones de Ana Suñé, Elina Goldsack,  Luis Córdoba, Natalia Zehnder, Poli Gomítolo,  Martín Sosa y José Pichu Piccioni.

"Soy una guitarrera criollita", se definió Martha en su visita a Radio Nacional Santa Fe. "Una viajera de las músicas de América que recorrió este país que amo tanto" y afirmó que "el regalo de esta gira es conocer Santa Fe". Viajando unos años en el tiempo, recordó a su abuelo, un tiplero andino, y que en su casa se escuchaba mucha música del continente, nombrando entro otros/as a Atahualpa Yupanqui, Violeta Parra, Mercedes Sosa, Cuchi Leguizamón y Chacho Echenique.

La primera vez que Martha viajó a la Argentina fue en 1998, ocasión en la que ingresó por Salta y recorrió el norte del país. "Empecé a mirar en los caminos, a sentir en los caminos las canciones", contó a Sospechosamente Light y reflexionó: "La música es el producto de la geografía sonora, de los cruces étnicos y culturales, de la tonada misma del hablar, y esa tonada también tiene que ver con los pájaros que cantan en cada sitio".

Además, la cantautora y poeta contó la experiencia de versionar "El cosechero" en "Andando el sur. Músicas del Mundo Latinoamericano". "Nos sentamos a revisar la letra con Ramón (Ayala), yo quería ser fiel a su composición. Por ejemplo, donde dice un ronco zapucay, es un rojo zapucay. Rojo, de sangre". A Ramón, Martha se lo cruzaba en los Encuentros de Poetas de Cosquín, donde su último poema "siempre era el que estaba construyendo a cada instante". La canción fue grabada en el estudio de Luis Chazarreta en San Luis.

En sintonía con lo anterior, reconoció haber "aprendido de los juglares de los cantores" (como Sixto Palavecino), y profundizó: "yo aprendí a tocar chacarera directamente de don Carlos Carabajal, él me enseñó en el patio de su casa en Santiago comiendo churros". Por todo ello, sintetizó: "Sería difícil para mí elegir la rítmica más bella de Argentina". Finalmente, destacó que "el viaje es la escuela más linda: queremos aprender viajando" y que "los grandes gestores de cultura somos los cantores y cantoras".