Columna “Las trampas de la historia” Jujuy

Marcelo Valko Habla sobre tradición y traición

En esta columna que se llama tradición y traición nos fijaremos en cómo a José Hernández que si bien uno puede decir 'él pensaba así de los indios, pensaba así de los negros', y puede no disculparlo porque no todos pensaban así, en ese momento había un movimiento terrible para la liberación de los esclavos y de tratar a los afrodescendientes como personas dignas. En Buenos Aires en ese mismo momento se publicaban 12 periódicos afros.

Sin embargo, el Martin Fierro que tiene varias partes muy violentas con las personas indias y negras y a pesar de eso eligen ese libro como nuestro poema nacional, los chicos en el colegio aprenden a memorizar estrofas del Martin Fierro incluso hay hasta competencias a veces de colegios contra colegios de quien sabe más y mejor este libro. ¿Quien elige al Martin Fierro como nuestro poema nacional? lo elige Leopoldo Lugones, que va a ser el gran ideólogo de la extrema derecha argentina que si hoy viviera estaría encabezando la lista con Javier Milei. Él va a ser el mentor junto a un miembro de la Liga Patriótica Argentina, una organización tremenda que va a participar de todas las matanzas habidas y por haber de obreros y campesinos.

Y Leopoldo Lugones va a elegir al Martin Fierro porque en ese momento ya no hay gauchos y justamente lo elige por eso, sino para Lugones esos serian también unos 'cabecitas negras', pero como ya no hay gauchos puede decir que eso es parte de esta tradición.

Y fíjense como la historia puede privilegiar a un muerto como José Hernández con este libro en cambio de privilegiar a un libro como el que escribe de la vida del Chacho Peñaloza en donde sobre Sarmiento hay páginas y páginas en las que cuenta por ejemplo como despobló San Juan de la carnicería que hace.

Por eso, en la historia oficial se puede manipular a un muerto, elegir este libro y otro esconderlo y ahí tenemos esa tradición que uno ve con Castelli, cuando el avanza hacia al norte cuando entra al Alto Perú, los indígenas tenían la costumbre de arrodillarse ante el amo, y Castelli. cuando veía que algún indio se arrodillaba ante el para besarle la mano los levantaba y les decía: "usted es un ciudadano y yo soy un ciudadano y ningún ciudadano se arrodilla ante un ciudadano". En cambio, Roca cuando va a ir al sur extiende la mano cuando se arrodillan, esto 50 0 60 años después de la revolución, ya se había perdido en manos de los que hicieron la historia excepcional.

La revolución pensaba, pero los que vinieron después hicieron lo posible para que uno no piense y tradujeron algo maravilloso en una borrachera de chicha (que fue lo que contó la historia sobre los indios que se acercaron a ese acto donde hablaba Castelli) y a José Hernández de los libros que escribió eligieron ese, donde desprecia a negros e indios en lugar de elegir en el que a Sarmiento le pega que da gusto".