Aunque las autoridades sanitarias no la hayan tipificado como tal, la transgresión en el tránsito es una cuasi patología humana.

 He aquí una cita de las más Contagiosas que se detectan en calles y rutas de San Rafael:

 -Hablar por celular mientras se conduce. Ahora, con el vínculo Whatsapp que hace furor, el celular se sostiene con una mano frente a la boca. No hay modo de disimularlo y se expande. ¿Será por eso lo del contagio?

 -El colmo del uso del celular es cuando alguien no respeta la prioridad de paso del otro y encima lo mira como diciendo "¿No ves que voy ocupado hablando? ¿Cómo querés que te vea?".

 -Otras: cruzar un semáforo en "naranja" o, dicho de otro modo, cuando está variando a rojo.

 -Dormirse en un  semáforo y, cuando el cambio es inminente, picar y dejar toda una cola que tendrá que aguardar otro tiempo.

 - Marchar a 20 Km p/h por el carril más veloz de una avenida confundiendo paseo con límite de velocidad.

 - Circular por la izquierda (impidiendo el sobrepaso) porque será más cómodo para doblar 10 cuadras más adelante.

 - Estacionar en doble fila, fundamentalmente frente a las escuelas, haciendo un inmenso aporte al malhumor social. Y, en algo que bien podría denominarse Comodidad sin Límites, parar en doble fila frente a un lugar vacío, no estacionando ni dejando estacionar.

 -Aunque cada día se ve menos, llevar el casco de adorno en el volante de una motocicleta.

 - Andar 30 metros en contramano por no dar la vuelta a la manzana.

 -Retroceder 30 metros hasta la calle que tiene la mano conveniente.

 - Circular en contramano (sea cual fuere el rodado).

 - Ignorar sendas peatonales cruzando calles y avenidas  por cualquier lugar.

 - Y hay más; siempre hay más; lamentablemente hay más.

 En cada jornada que comienza, cuando nos sentemos al volante, debemos (me incluyo) proponernos cometer cada vez menos infracciones.

Por Roberto A. Bravo