Mercedes Carrizo, santafesina de 24 años, es integrante de la Asociación Guías Argentinas, organización con la que iniciaron un proyecto de enseñanza de educación sexual vinculada a la salud y a la gestión menstrual, la higiene y el autoconocimiento en barrio La Loma de la ciudad capital. Sobre la iniciativa charló con “Causas Urgentes”.

Cabe destacar que la entidad fue elegida por la ONG de Hillary Clinton por su trabajo con mujeres de ese barrio ubicado en el noroeste de la ciudad de Santa Fe.

“Es un movimiento de educación no formal y hace desde hace más de 10 años en Barrio La Loma y para ponerlos en contexto es como la rama femenina de los Boy Scout. Somos todas mujeres y la idea es capacitar al grupo más grande que va de los 16 a los 20 años en salud y gestión menstrual con profesionales de la salud y, a partir de esas capacitaciones, que las chicas puedan hacer un paquete de actividades para educar a sus pares en el barrio”, detalló.

Respecto de la convocatoria, señaló que fue a “toda Latinoamérica, con más de 2 mil personas y quedamos 30 mujeres jóvenes líderes que impactan positivamente en sus comunidades”.

Sobre el apoyo, comentó que se trata de “un montón de capacitaciones que van de junio hasta agosto en finanzas, liderazgo digital, gestión de redes sociales, captación de fondos, oratoria, etc.”.

Sobre el contexto en el que trabajan, indicó que “nos encontramos con mucha desinformación, tabúes que hacía que las chicas se vean imposibilitadas en realizar actividades porque estaban menstruando, por ejemplo”.

“Otra cosa que nos llamó la atención es que al no tener acceso a elementos al momento de menstruar  ponen en riesgo su salud utilizando cosas que no son higiénicas y este desconocimiento se transmite de generación en generación”.

Como ejemplo, Carrizo citó algunas situaciones como “no bañarse o no comer cítricos porque se corta la menstruación”, entre otros.

Respecto del acceso a productos de gestión menstrual, Carrizo mencionó que “es muy ilimitado, porque muchos de los hogares son monoparentales y las chicas no se animan a pedir a que les compren un paquete de toallitas o no pueden comprarlas”. Y destacó que al no haber recolección de residuos en el barrio, “el impacto ambienta que generan los elementos de higiene menstrual es muy alto”.

“Por eso, la idea de que sean reutilizables como las copitas o toallitas”, aclaró y por ello la importancia de financiar esos productos.

Para finalizar, insistió en la importancia de la información y el acceso a la ESI.