Javier Milei a Cristina Fernández: “Dibujando números debe ser más fácil conseguir logros, nosotros preferimos la verdad”

El Presidente asistió a la Cumbre del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF), en la provincia de Mendoza, donde habló del dólar, el cepo, la inglación y los lineamientos económicos de su gestión.

En este marco el Jefe de Estado sostuvo que la ex mandataria Cristina Fernández de Kirchner "se olvidó de decir" en el documento que publicó que "una de sus formas de combatir la inflación era mentirla", y contrapuso con su postura respecto de que "la fórmula no es romper el termómetro, sino medir las cosas".

Milei le recomendó a la ex presidenta "tomar nota, sacar el cuaderno y el lápiz y anotar".

"Anotá porque los que tenés al lado no te van a ayudar en nada porque generaron este desastre".

El jefe de Estado insistió en su postura de que el dinero "es un bien de intercambio indirecto", y le pidió a Cristina Kirchner que "subraye" ese concepto.

"Que el devenir de la historia haya convertido al dinero en un papel que es falsificado por los bancos centrales del mundo es otro problema. Es la gran estafa de la historia de la humanidad que se llama Banco Central", reafirmó el Presidente.

Milei sostuvo que en su espacio "no se quejan de la herencia" recibida porque, dijo, "en condiciones normales de presión y temperatura no gana la presidencia un liberal libertario".

"Tenemos claro que las condiciones sobre las que íbamos a llegar iban a ser algo al borde del colapso total", dijo Milei desde Mendoza, donde reiteró que "la inflación no la generamos nosotros, sino estos 20 años de populismo salvaje".

Milei volvió a hacer hincapié en la inflación y se refirió al gobierno que lo precedió: “El señor Alberto Fernández, el autócrata golpeador, básicamente se fue con una inflación del 210%, pero eso tampoco refleja la dinámica que había dejado, porque conforme iba avanzando su gobierno la inflación iba avanzando. Y yo recuerdo cuando nosotros ya habíamos ganado las elecciones y estábamos haciendo y ultimando detalles para llegar a la función, durante la primera semana de diciembre los precios crecían a un ritmo diario del 1%, eso puesto en términos anuales”.

Ante esto, el mandatario aprovechó para hablar de la herencia recibida: “Estábamos frente a lo que iba a ser la peor crisis de la historia económica argentina, porque combinaba un sobrante monetario que era el doble de lo que teníamos la previa al rodrigazo, un experimento que implicó la sextuplicación de la tasa de inflación. No solo eso, además teníamos un Banco Central absolutamente quebrado, estaba en una situación aún peor que la que tenía Alfonsina en inicios del año 89, que terminó con una hiper del 5.000% en mayoristas. Además teníamos indicadores sociales peores que los que había en el 2001, por lo tanto estaba todo dado para un desastre.

Además teníamos el equivalente de cuatro bases monetarias adentro del banco central, pero en pasivos remunerados que generaban creación de dinero endógeno. Teníamos 90.000 millones de dólares venciendo en pesos, digamos en pesos equivalentes a 90.000 millones de dólares. Teníamos vencimientos de deuda externa por 25.000 millones de dólares, donde la gran parte era con el Fondo Monetario Internacional, pero el programa estaba caído porque el gobierno anterior no había cumplido nada. Por lo tanto la inflación no la generamos nosotros, la generaron estos 20 y pico de años de populismo salvaje”.

En este momento de la disertación, el discurso se volvió más técnico, pero siempre con referencias hacia Cristina Kirchner, como dándole una clase. “Para entender la naturaleza de lo que es la inflación, la inflación es la pérdida del poder adquisitivo del dinero. Es decir, que es una definición claramente distinta que es a la suba generalizada de los precios.

Porque si para ustedes la inflación es la pérdida del poder adquisitivo del dinero, significa que hay un problema de exceso de oferta de dinero y el problema está en el banco central. Si ustedes creen que en la suba generalizada de precios van a echarle la culpa a los formadores de precios, es decir, entonces van a hacer controles de precios. Es una herramienta que hace 4.000 años que tenemos evidencia que no funciona”.

“Entonces, ¿cómo es la economía cuando no tiene dinero? Bueno, es la economía del trueque, es decir, se intercambian bienes por bienes. Ahora, si ustedes tienen una economía del trueque, básicamente tienen dos problemas. Uno es el problema de la doble coincidencia. Es decir, ustedes tienen que encontrar a alguien que quiera el bien que ustedes tienen para vender. Pero al mismo tiempo, esa persona tiene que querer el bien que ustedes tienen. Lo cual, evidentemente, plantea un problema enorme que hace que se pierdan un montón de transacciones. Con lo cual, hay un problema enorme. Y el otro problema es el de la invisibilidad. Porque puede ser que yo quiera comer pan, y el panadero de la esquina quiera una charla de economía. Pero el problema es decir cuánto kilo de pan. Obviamente que las que, digamos, previo a ser presidente, dijeron unos cuantos kilos que no podía comérmelos. Entonces, eso no es un problema”, prosiguió.

Sobre los tipos de dinero que aparecieron a lo largo de la historia, ejemplificó: “Una de las cosas que descubrieron los seres humanos, que había bienes que se intercambiaban más que otros. Entonces, empezaron a comprar esos bienes que se intercambiaban mucho más y los usaban como mecanismo de intercambio indirecto. Entonces, de repente, compraban ese bien y con ese bien después compraban el que querían. Y ahí es donde aparece el dinero. Es decir, el bien de intercambio indirecto es un bien que se utiliza para hacer transacciones. Eso es el dinero. Entonces, ante esta situación, aparecieron a lo largo de la historia distintos tipos de bienes de intercambio indirecto y que oficiaron como dinero. El primero de todos fue el ganado”.

En este punto, Milei dijo que el problema es que los bienes no sirven como reserva de valor y le habló directamente a la ex presidenta:

“Cris, anota que te paso otra lección. Es como tener una tasa de interés negativa. Es como el helado. Ustedes tienen un helado. Conforme va pasando el tiempo, vale menos. Esa es una tasa de interés negativa. Y, de hecho, lo que hay que entender... No le puede decir el precio del dinero, señora. No le puede decir el precio del dinero, señora. Porque la tasa de interés existe independientemente de que exista el dinero. Existe la tasa de interés porque existe el tiempo. La tasa de interés tiene que ver con el mecanismo de pasar el consumo a lo largo del tiempo. O sea, ¿el ahorro qué es? El consumo futuro. Es una forma de pasar consumo a lo largo del tiempo. Sí, entonces los que se endeudan son los que adelantan el consumo y los que bienestan son los que difieren el consumo. Y eso es independiente aún de que exista el Banco Central. Eso, digamos, la tasa de interés tiene que ver con el precio relativo de los bienes presentes respecto a los bienes futuros. No tiene nada que ver con la cuestión monetaria. Existe porque existe el tiempo. Si no, digamos, no habría tasa de interés. Sería un engendro que no tiene explicación”.

Más adelante, el Presidente se refirió al Banco Central que recibió cuando asumió:

“Básicamente, el problema radicaba en que nosotros, digamos, siguiendo los libros de texto, creíamos que la compra de dólares estaba calzada con demanda de dinero, y por ende, digamos, la demanda de dinero estaba calzada con la oferta de sus propios. Sin embargo, una de las cosas que no estaba en los libros de texto y que lo descubrimos nosotros, es que claro, al haber control de capitales, eso no necesariamente es cierto. ¿Qué pasa? Cuando ustedes tienen libre movilidad de capitales, y ustedes quieren hacer transacciones en pesos, van con sus dólares y les compra al Banco Central los pesos. Y con esos pesos ustedes tienen calzada una operación real. Por lo tanto, en ese caso, esa demanda de dinero, en ese caso, lo genera”.

“Lo que pasa es que soy liberal libertario, no liberal libertarado. Entonces, yo además entiendo la economía como problemas de stocks y de flujo. Entonces, si tenía cuatro bases monetarias a un día, si tenía 90.000... vencimientos en pesos por el equivalente de 90.000 millones de dólares, si tenía 50.000 millones de dólares de deuda en la Sira, y es como que si no desarmaba esa bomba, no terminaba. Terminaba bastante mal. Entiendo que es lo que quería el gobierno anterior. Que nosotros actuáramos como libertarados, que todo se prendiera a fuego, y ya para enero, digamos, después del saqueo del supermercado y demás liturgias peronistas, pudiéramos volver y matar definitivamente cualquier tipo de libertad”.

Y añadió: “Nosotros hacemos economía en serio. Si no hacemos solamente economía de libro de texto. Entonces, de hecho, lo que pasó en materia de tasa de interés es un gran triunfo que hemos tenido también en materia de teoría económica. Porque, ¿qué nos decían los econochatas? Que había que subir la tasa de interés. Si hubiéramos subido la tasa de interés, el balance del Banco Central lo hubiera explotado. De esta manera, habiendo saltado el tipo de cambio hacia... al tipo de cambio paralelo corregido por el impuesto país, en ese contexto, ¿qué es lo que pasó? Que la tasa de interés en dólares, arraigada con la de pesos, pero la de pesos implicaba estar negativa en términos reales. Y eso también nos permitió licuar los que pasan. Eso para generar una economía bimonetaria”.

Milei también habló del cepo cambiario: “Cuando ustedes tienen control de capitales, los exportadores están obligados a liquidar en el público. ¿Cuál es el problema con eso? Ese exportador no está comprando pesos necesariamente. Lo que sí tenemos claro es que está vendiendo dólares. Y fíjense que cuando está el cepo, el control de capitales, comprar pesos no es lo mismo que tener que vender dólares. Esa diferencia es más grave. Porque entonces, esos dólares no estaban ingresando porque querían pesos. Esos dólares están ingresando porque hay una regulación jurídica. Entonces, eso generaba una expansión de la cantidad de dinero más allá de la demanda. Por eso persiste la inflación”.

“La restricción externa existe en un modelo de precios mismos, que ya libera los precios, no hay restricción externa. Y los precios mismos, digamos, fijar el tipo de cambio, con déficit fiscal y emitir, fue lo que hizo que se patinaran todas las reservas y las destrozaran. Hoy Argentina debería tener, si hubieran hecho las cosas de manera razonable, hoy Argentina tendría que tener cerca de 120.000 a 150.000 millones de dólares de reservas. No las tenemos, justamente por el populismo monetario del guiserismo, por estas barbaridades”.