La escritora, librera y editora Jacqueline Golbert presentó No me importa que ames (publicada por Random House), la novela en la que cuenta su experiencia de trabajo en un restorán paraguayo del microcentro porteño como puntapié para hablar de amor, inmigración, cultura y precarización laboral. "La escritura me ayuda a digerir e imaginar caminos posibles. En mi caso, la escritura es la alternativa a lidiar con mi vida y con mis días y con el capitalismo recalcitrante en general", dijo Golbert y agregó: “Me siento empoderada cuando escribo, me siento en una conmigo misma, hay pocos lugares en donde me siento tan copada conmigo misma como en la escritura”.

La novela No me importa que me ames –“mezcla de crónica de sociedad, folletín, novela rosa y pieza teatral del absurdo”, como anotó la escritora Cecilia Pavón en la contratapa- se lee como una crónica de época. “Es verdad que escribo para vengarme, para enfrentarme a mí misma. Siento que en la escritura mis personajes triunfan”, dijo Golbert, quien se refirió a los bordes entre la autobiografía y la ficción: “Me gustaba cómo pronunciaban mi nombre mis compañeros del restorán. Hay algo de testimonial pero también está la ficción. Me entregué a confiar en que tenía una historia con muchas capas y con muchos personajes. Yo me sentí una articuladora de las historias de los otros, mi jefe, mis compañeros, los clientes. Me entregué a la escucha. Si no hubiera sido tan rica la forma en la que hablaban mis personajes, yo no hubiera escrito una novela situada en un restorán. Las expresiones, los modismos, los vericuetos del lenguaje, yo quería escribir lo que no entendía. Siempre me interesó registrar lo que dicen los demás, quizás como una manera de evadirme, pero también como una forma encontrar humor y poesía en el lenguaje”.

Radio Cuaderno, de lunes a viernes, de 19 a 20/ Conducido por Jimena Arnolfi