Llega la hora de la verdad para el Rojo, que voló a Río de Janeiro con el sueño de poder consagrarse campeón de la Copa Sudamericana. Allí, Independiente deberá al menos empatar para asegurarse el título, tras el 2-1 obtenido en el partido de ida en el Libertadores de América. Desde Aeroparque, desde donde partió el Rojo hacia Brasil, Fabricio Bustos palpitó lo que será el tan ansiado choque.

"Estamos tranquilos. Vamos a tratar de dar lo mejor y traernos la Copa para poner a Independiente en los primeros planos internacionales de nuevo. Nunca uno se imagino esto, pero lo sueña desde chiquito y está muy agradecido a los hinchas y a los compañeros", contó.