La renuncia de 5 terapistas que conformaban el plantel de 11 profesionales del área del Hospital Castro Rendón generó el descenso en la disponibilidad de camas en terapia intensiva cuando se espera una segunda ola de Covid19.

El principal hospital de la provincia tiene ahora menos profesionales que antes de que comenzará la pandemia y un tercio de las Unidades de Terapia Intensiva que tuvo durante el período más grave del proceso pandémico.

En enero pasado los 11 terapistas presentaron un amparo para que la Justicia inste al Gobierno provincial a garantizar el servicio de terapia intensiva que, según los denunciantes, está colapsado y en estado de saturación.

Desde el momento de la presentación ya han renunciado a sus cargos 5 de los firmantes del amparo, algunos de los cuales han pasado a trabajar en instituciones privadas o aún no han encontrado trabajo. De los 6 restantes, 2 están de licencia por maternidad por lo que solo cuatro profesionales están desarrollando sus tareas.

Carolina Ubaldini, abogada del estudio jurídico que representa a los médicos, afirmó que el amparo presentado buscaba dar una solución rápida ante la falta de respuesta del Gobierno provincial a las falencias con las que se encontraban los médicos para prestar una atención satisfactoria a los pacientes internados en el Hospital.