EL CASO DE MARÍA EUGENIA EN ROSARIO SANTA FE

Estuvo 23 años secuestrada y espera la sentencia “con angustia y esperanza”

María Eugenia fue una mujer secuestrada, abusada y explotada por su pareja en la zona sur de la ciudad de Rosario durante 23 años. Hace unos días comenzó el juicio contra Oscar Racco y el viernes se conocerá la sentencia. Sobre lo ocurrido, la víctima habló con “Causas Urgentes”.

“Este momento lo vivo con ansiedad  de que se haga justicia y con esperanza de que le den los 18 años que estamos pidiendo”, expresó.

Sobre el rol de la justicia con su denuncia, comentó que “me habían prometido que el juicio iba a llegar dentro de los dos años y llegó en ese límite de tiempo con un gran trabajo de Fiscalía, porque me he sentido muy respetada y valoro mucho lo que están haciendo”.

Respecto del tiempo que transcurrió en esa situación, dijo que “nunca pude salirme de eso, lo atribuyo a que eran otras épocas porque la violencia de género no estaba tratada de esa forma, no se había avanzado tanto”. “Cuando sucede el secuestro hubo connivencia de la Policía. Y nunca entendía por qué quedaba detenida con él”, agregó.

Además, explicó que cuando en 2019 pudo “zafarse de esa situación, tuve la ayuda de Dios para poderme escapar y después al encontrar mi familia, mi hermana viaja y me ayuda a contactarme con Género de la Provincia y me ayudan en la parte legal y psicológica además de darme refugio hasta que encontré un lugar para vivir”.

Sobre el veredicto de la justicia, María Eugenia afirmó que tiene “esperanza y angustia porque es muy duro revivir todo eso, pero creo en la Justicia y la Fiscalía con todas las pruebas y que siga preso donde está. Me siento muy acompañada y con apoyo de Género, psicológico que nunca me soltaron la mano”.

En cuanto s su presente, dijo que pudo “terminar la secundaria, me recibí de masajista terapéutica y ahora estoy estudiando mandataria del Automotor, tuve trabajos transitorios, la idea es tener un trabajo mejor”.

Por último, el mensaje para otras mujeres que vivan lo mismo fue: “al mínimo indicio de violencia, alejarse, denunciarlo y que sepan que realmente te ayudan, que se puede salir adelante y se puede obtener justicia”.