El economista y antropólogo Raúl Llobeta dialogó con “El aire nuestro” sobre las medidas nacionales de suspender las exportaciones de carne por 30 días y decidió contextualizarlo, por lo que señaló que “más de la mitad del mundo vive en China, India y el Sureste asiático, y ahí se encuentran más de 3000 millones de personas e imagínate que en Argentina somos 44 millones y en toda América junta no llega a los 700 millones. De los 3000 millones venían con hambre, ya que China tuvo en la década de los ’70 una de las peores hambrunas de la historia de la humanidad, India tiene 6 de cada 10 personas o tal vez más en estado de hambre. ¿Y qué pasó desde la entrada de China al mundo libre de comercio? Desde el 2001 empezaron a ganar plata vendiéndonos destornilladores, relojes, computadoras, autos, helicópteros y cada vez hacen más cosas. Entonces son países que tienen plata, mucha gente y mucha hambre pero no tienen espacio para cultivar la comida porque si bien son países grandes, para la cantidad de gente que tienen son países chicos para cultivar.

Mientras que Estados Unidos y Europa han dejado de fabricar por la pandemia y el hecho de que ellos todavía no terminan de controlarla y la fábrica que hacía zapatillas en Alemania que ha cerrado, dejó gente sin esas zapatillas y esa oferta, los chinos están aprovechando todo eso que está cayendo y ya venían creciendo y ahora más rápido aún, y cuando a un país le pasa esto lo primero que hace es mejorar la calidad de la comida y por ello se aumentó la demanda de proteína animal, de carne; vaca, cerdo, pollo”.

Además Llobeta amplió su explicación cuando contó que “los cultivos de Estados Unidos, Brasil y un poco de Argentina, cada año es imprevisible cuánto van a producir maíz, que es la base del alimento para la vacas, pollos, chanchos, y no se sabe si le va a ir bien o mal y ya hace varios años que producimos menos y no tenemos más tierras para la producción, sobre todo pasa en Estados Unidos que ya no tiene nuevas tierras. Y así crece la demanda de comida, proteína animal, ya no hay más espacio para la cosecha del maíz y las cosechas vienen malas por el cambio climático. Por todo esto es que vale muchísimo el maíz, la soja, la carne de pollo y la carne de vaca, vale mucho la carne de vaca que tenemos y se paga en dólares.

¿Vos decís, qué le conviene a Argentina vender la carne afuera y traer dólares? o que tengamos en el país un precio controlado, porque si nos cobran a los argentinos los precios que pagan en Suecia, no los podemos cobrar.

Doy un ejemplo sencillo, mi hermana vive en Suecia desde hace 30 años y ella come el asado argentino al mismo precio o casi más barato que nosotros porque no paga impuestos. Cuando importan la carne, lo hacen sin el impuesto del IVA y el precio se explica más por lo internacional. El criador de vacas las vende afuera porque le pagan en dólares y acá se produce el faltante, y por ello es que sube el precio y con la medida del Gobierno al no vender afuera la carne, habrá mucha carne dentro del país y por sobre oferta va a bajar el precio.

Por último, el economista manifestó “que esta decisión que tomó el Gobierno para bajar el precio de la carne me imagino lo que va a salir en TN, Clarín y todos los medios que responden a este sector económico, va a ser durísima la crítica, pero al final vamos a pagar el asado más barato nosotros. Esta es una medida para que el que tiene poca plata pueda comer su asado el domingo y va a molestar muchísimo al gran criador de vacas, al gran exportador”.