“Más allá del reconocimiento al activismo y al trabajo que llevamos a cabo, fue hermoso el poder estar en contacto con los representantes de otros lugares para saber dónde estamos parados, que se está haciendo en otros lugares y que nos hace falta hacer aquí”, explicó el joven puntano.

Pablo es un varón trans que desde él año 2014 trabaja y milita por los derechos humanos de las personas del colectivo LGBTIQ+.