Por Fabian Codevilla

El miércoles 30 de marzo de 2022 no será una fecha más en la historia del fútbol argentino, cuando el día llegaba a su fin, una noticia triste, cruel e inesperada sacudía a fútbol en general y al Racing Club en particular.
Juan Carlos Cardenas, el “Chango”, el hombre que, un 4 de noviembre de 1967 convertía el gol más importante en la historia de la institución de Avellaneda dándole el título más trascendental de su rica historia, pasaba a la eternidad a los 76 años.
Difícil de asimilar para quienes lo hemos tratado y disfrutado, idolatrado, un tipo noble, bonachón, generoso, nacido en Santiago del Estero un 25 de julio de 1945, que jamás se creyó lo que en verdad significaba, no solo para Racing, club que lo vio nacer, si no para un país, que hasta que ese zapatazo inmortal, que rompería el arco del estadio Centenario de Montevideo para derrotar al Celtic de Glasgow y proclamarse como primer Campeón del Mundo para la Argentina, solo había recogido el titulo de “campeón moral”.
Fue hombre, fue mito y ahora se convertirá en leyenda, su gol, el primero en vitalizarse, cuando éste termino no se se empleaba con la asiduidad que hoy se utiliza, seguirá vitalizándolo para las generaciones venideras, como antes, como siempre y a partir de su deceso, más que nunca.