La arquitecta Tili Solanas visitó el living de Tampoco es para tanto en donde recordó sus años en la facultad y el momento por el que atravesaba el país "en 1966 fue La noche de los Bastones Largos, yo recibí un bastonazo en la cabeza, tengo el recuerdo de que había una entrega en una materia y volaban las hojas y los lápices. Cosas como éstas hicieron que la juventud estuviera indignada y cada vez la oleada de disconformidad de parte de los jóvenes fuese más grande".

Después de recibirse Tili Solanas comentó que comenzó a trabajar como profesora tanto en la Universidad de Arquitectura de Buenos Aires y de La Plata, "eran momentos de militancia, de mucha esperanza y en el 1973 llegaba Perón a Ezeiza, pero las cosas no se dieron como lo habíamos pensado, en ese momento yo tenía mi hijo de cuatro meses y tuve la necesidad de protegerlo, y sentí que tenía que salir de Buenos Aires y buscar un lugar más tranquilo".
La arquitecta recordó su llegada a San Martín de los Andes, "en 1974 llegué a trabajar en el municipio en lo que ahora son muchas áreas, eso todo lo hacía yo, en un momento me preguntaban cosas como dónde se pone una alcantarilla y sinceramente yo era una arquitecta de tablero y planos".

Tili Solanas indicó que si ella hace un trabajo de rescate arquitectónico es porque "en 1975 se quemó mi casa que era hermosa y fue duro porque nos quedamos sin nada y gracias a un crédito hipotecario pudimos volver a tener una casa pero yo no pude hacerla como quería porque ya venía con planos".

Por su parte comentó que "en 1994 fue Luz Sapag la que me pidió que haga un rescate arquitectónico de la ciudad y pude salir de hacer casitas y observar los periodos a partir de ciertos hitos que dan forma a etapas".

Por último, indicó que ahora está participa de los croquiceros urbanos que es un proyecto de cultura que dirige Federico Peralta en donde todos los sábados hacen salidas a dibujar de 15 a 17 horas.