"Sacar a los animales silvestres de su hábitat para convertirlos en mascotas significa causarles un daño a veces irreparables, así como al mismo medioambiente al que todos y todas pertenecemos. Además, estas especies silvestres mantenidas en domicilios como mascotas son sometidas a una alimentación que no es la suya y por lo tanto, deficiente. El encierro, genera cambios repentinos de comportamiento, problemas fisiológicos, de crecimiento, estrés que pueden llegar a la agresividad. El cautiverio de animales silvestres para tenerlos como mascotas, es una  práctica penadas por la Ley de Fauna”, Dra. Luciana Borelli para El Despertador Nacional.