CHARLAS DE LIVING NEUQUÉN

Clara González y las maestras mapuches de la escuela pública

“Una kimeltufe enseña el kimun pero también aprende del alumnado”. Clara González es Kimeltufe de la escuela 161 de Payla Menuco y participó de las Charlas de Living de los viernes en Tampoco es para Tanto. Clara contextualizó cómo se dieron los inicios de la escuela: “En Payla Menuco se necesitaba una espacio para la comunidad ya que los niños debían ir a la escuela N°5 del centro de San Martín de los Andes para cursar la escuela primaria. En ese momento, no había cómo llegar mas que caminando, pero especialmente había mucha discriminación, también por parte de los docentes. El apellido mapuche, el color de piel, si bien todos somos del Lof Curruhuinca, muchos tenemos apellidos diferentes, yo soy de apellido González pero igual la pasábamos mal, porque nos clasificaban, nos decían ‘vos sos indio'. El proceso de perder la identidad mapuche y el idioma se profundizaba con la discriminación. A partir de esta situación es que tuvimos la necesidad de poder dar pelea por el territorio y la cultura, pero también por la escuela y por eso se planteó como argumento que los niños mapuches tienen una identidad propia y que era necesario reforzar”.

Asimismo Clara explicó que “desde 1995 se estableció que dentro de las escuelas tenían que haber cargos para los kimeltufes de las comunidades para las escuelas que quisieran establecer una educación mapuche. El fortalecimiento cultural es uno de los puntos que se peleó para poder recobrar la identidad ya que en la escuela de esa época se enseñaba a tener cierta vergüenza a ser mapuche. Hoy, a pesar de que persiste cierto racismo, se puede ver convivir la bandera, pero necesitamos que no sólo reconozcan a la wenufoye sino a los mapuches”.

Consultada sobre el rol de la kimeltufe en el aula, Clara remarcó “se habita el territorio además del aula. De alguna manera la relación es más libre porque antes la enseñanza se daba fuera del aula. Y en cuanto a la formación, la vocación con los niños siempre la tuve pero fui aprendiendo en el aula con los chicos, con mis compañeras aprendí a planificar, a fundamentar lo formal de la educación pública, eso lo fui haciendo en el camino”.

Comentó que desde el rol de kimeltufe lo que se hace “fortalecer la cultura mapuche, enseñar y aprender, compartir con los niños y lo que se vive en la comunidad. Si bien hablábamos de la cultura y la identidad, se nos daba la necesidad de el idioma porque el mapudungun no es un idioma vacío sino que tiene conexión con la naturaleza y con nuestra forma de vida. Como kimeltufe estamos al frente, estamos atrás y en los pasillos, lo que hacemos es involucrarnos con el grupo”.