En una primera etapa se avanzará “en el desarrollo y la investigación del uso de cannabis para distintas aplicaciones” y luego pasar a la “la producción integral del aceite”. El desafío: uso para distintas patologías. Mientras, continúa la producción y abastecimiento de Misoprostol a nivel nacional.

“El anuncio del gobernador en la apertura de sesiones legislativas tuvo un impacto sorprendente y fue muy bien recibida la noticia” de que en el Laboratorio Industrial Farmacéutico se comenzará a producir el cannabis medicinal. Así comenzó su diálogo con “Desde Temprano” Esteban Robaina, Ingeniero Químico del LIF.

“Desde que iniciamos la gestión que estamos atrás de este proyecto como tantos otros. Y el año pasado el hecho de haberse reformulado la reglamentación de la ley nacional, en noviembre, nos permite como Laboratorio productor de medicamentos públicos, avanzar en el desarrollo y la investigación del uso de cannabis para distintas aplicaciones”, explicó.

Sobre los primeros pasos, comentó que “vamos a empezar a formular el cannabis a partir de sus principios activos. Esto quiere decir que vamos a importar algunos de los cannabinoides que tiene el aceite y haremos nuestra formulación en el LIF”.

Después, “en la segunda etapa, haremos la producción integral del aceite a partir de la planta, la extracción de la matriz vegetal para tener nuestro aceite en la provincia”, se entusiasmó.

“El gran desafío que tenemos es que se empiecen a considerar otras patologías y no la única que establece la ley” y ejemplificó con “autismo, tratamiento del dolor, o las que por las que la gente ya la consume”.

Respecto de la producción de Misoprostol, Robaina expresó que “el gran hito fue conseguir la certificación de ANMAT en un tiempo récord en año de pandemia”.

“Desde Nación tenemos pedidos para abastecer” diferentes programas, por lo que “tenemos todo el año planificado de producción”.

“Consolidar la soberanía sanitaria es nuestro norte”, culminó.