El Dr. Dermatólogo, Renato Di Tella, comentó sobre la campaña de prevención del cáncer de piel con chequeos gratuitos, que se llevará a cabo desde el lunes 13 al 17 de noviembre en el Caps Municipal N° 11, ubicado en Esteban Alisio 630 (hospital viejo), con el fin de concienciar a la población sobre el daño que causa la exposición solar.
Los sintomos que se presentan son en realidad las lesiones que uno puede empezar a ver, cuando uno sospecha de alguna lesión que se puede estar llevando a ramificar en la piel, que son los cambios en lesiones preexistentes como los lunares, que pueden modificarse en su color, en su tamaño, en su forma, que pueden picar, doler o sangrar, digamos, lunares que por ahí uno tuvo toda la vida y que notan que se empiezan a modificar, a cambiar, o sino lesiones nuevas que aparecen sobre la piel que pueden ser diferentes manchas amarronadas o de diferentes colores, pueden ser bultos, pueden ser lesiones ulceradas, heridas, lo importante que tienen una tendencia a no curarse digamos, a seguir progresando, a seguir avanzando y durante meses inclusive años, entonces cuando uno tiene una lesión previa que modifica o una lesión nueva que no tiende a desaparecer o desaparece un tiempo y vuelve a aparecer, se les sugiere a hacer la consulta para evaluar esas lesiones y descartar que no sea una lesión maligna.
Prevención y cuidado de la piel
Desde la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD) que lanzó la 30° Campaña Nacional de Prevención del Cáncer de Piel, difundieron consejos para prevenir el daño solar en la piel: por un lado, recomiendan aplicar abundante protector solar de amplio espectro (que proteja contra los rayos UVB y UVA) con FPS (factor de protección solar) superior a 30 (dependiendo del tipo de piel).
En caso de pieles blancas, que se enrojecen, el FPS recomendado es de 50 o superior. En días nublados o con resolana la protección debe ser la misma; los rayos UV llegan igual a nuestra piel.
Esta protección solar debe aplicarse 30 minutos antes de la exposición y ser renovada cada dos horas (o más seguido si hay transpiración excesiva, inmersión en agua, etc.).
Otra recomendación consiste en usar prendas de vestir que cubran zonas expuestas, en especial áreas más sensibles, piernas, brazos, la zona del pecho y sombreros o gorros para proteger el cuero cabelludo. También hay que evitar, en lo posible, la exposición solar entre diez de la mañana y las cuatro de la tarde, cuando los rayos ultravioletas son más intensos.
