En una incansable lucha por brindar oportunidades y espacios adecuados a las personas con discapacidad, el Centro de Actividades Alternativas para Personas con Discapacidad (CAAD) se encuentra embarcado en un gran sueño: la construcción de su propio gimnasio. Conversamos con Marcelo Zaldivia, director del CAAD, quien nos brindó detalles sobre esta emocionante iniciativa.

Durante años, el CAAD ha sentido la necesidad de contar con un espacio adecuado para la realización de actividades físicas. Aunque actualmente disponen del gimnasio de Lagún, que les es prestado de manera gratuita en algunos horarios, la demanda ha superado la capacidad del lugar. El sueño de los chicos y de toda la comunidad del CAAD es contar con un gimnasio propio, un espacio en el que puedan desarrollar actividades físicas de gran movimiento.

Con el objetivo de hacer realidad este anhelo, el CAAD ha lanzado una campaña y presentado un video que busca generar conciencia y captar apoyo de la comunidad. La intención es que el video se viralice y llegue a diferentes lugares, incluso a nivel internacional, para obtener los fondos necesarios.

Además, se ha elevado una solicitud al Ministerio de Educación para explorar la posibilidad de gestionar a nivel nacional la financiación de este proyecto. En el pasado, ya se había presentado un proyecto de ampliación de la institución que incluía la construcción de un gimnasio, pero hasta ahora no se ha logrado concretar esta aspiración.

Marcelo Zaldivia enfatizó que la idea no es solo contar con un espacio para el CAAD , sino también crear un lugar comunitario que esté disponible para otras entidades y grupos de familias que trabajan en favor de las personas con discapacidad. La falta de espacios inclusivos dificulta la participación de muchos niños y jóvenes en actividades deportivas, por lo que este gimnasio sería un gran avance en términos de inclusión real.

El CAAD se encuentra abierto a recibir colaboraciones de la comunidad en la cuenta bancaria proporcionada en el video de la campaña. Se destaca que no existe un monto específico de contribución, sino que cada persona puede colaborar según sus posibilidades. La transparencia es fundamental en este proceso, ya que la cooperadora del CAAD se encarga de gestionar los fondos de manera responsable y ética.