La Selección nacional cayó merecidamente, en una penosa actuación, ante Brasil en Belo Horizonte por 3 a 0 en el marco de las eliminatorias sudamericanas para el Mundial de Rusia 2018.

Nada es casual. Basta con dar un pantallazo a la vida institucional del fútbol argentino para encontrarse con un mar de anomalías –con dirigentes incapaces, porque en lo único que piensan es en la plata y en ver quién se queda con el preciado trono de la AFA– que posicionan al deporte más popular del país en una instancia a la deriva.

Definitivamente, el fútbol no es ajeno al presente y eso quedó demostrado en tierras brasileras, donde se tocó fondo. Luego de la partida de Martino y la desesperada contratación de Bauza, la Selección albiceleste está pagando las consecuencias del desgaste por los malos manejos institucionales y la falta de logros, situación condicionada además por el peso de tener al mejor jugador del mundo y, no obstante, no haber ganado nada hasta la fecha.

Con este panorama y la preocupación por el futuro inmediato que se le avecina al equipo argentino, el triunfo de Brasil pasa a un segundo plano. Aunque parezca una locura, tal vez no clasificar al Mundial sería la solución definitiva para empezar verdaderamente de cero.

Por lo demás, el análisis del partido es muy sencillo, ya que en cancha solo hubo un equipo, el dirigido por Tite, que se lució e hizo lo que quiso cuando se le antojó, porque el conjunto argentino no superaron los 5 puntos –puntos que encima se lleva solo Lionel Messi– en sus actuaciones personales.

El golpe fue muy duro. Más aún si recordamos que el partido del martes ante Colombia está muy cerca y no se avizora un horizonte fructífero para realizar cambios profundos y salir fácilmente de esta instancia negativa.

Sin embargo, lo positivo de este momento para la Selección nacional es que el cambio y una futura clasificación a Rusia 2018 continúan dependiendo de nosotros y seguimos contando con el mejor del mundo. Pero las soluciones no son mágicas. Solo resta saber si Argentina está en condiciones de realizar un cambio profundo y, sobre todo, de ponerlo en práctica.

Pablo Paez

Equipo Pelota Dividida