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Alberto Fernández llamó a combatir discursos antidemocráticos

Con referencias a Mahatma Gandhi, el 50 aniversario del golpe de Estado en Chile, las Abuelas de Plaza de Mayo, la justicia social y los 40 años de democracia que cumple en diciembre Argentina, el presidente Alberto Fernández brindó hoy su segunda intervención del día ante los líderes del G20, en la que llamó a combatir los "discursos del odio que exaltan las dictaduras y propalan la discriminación y el autoritarismo".

 

Así lo afirmó el mandatario argentino al exponer ante sus pares del G20 en la segunda sesión plenaria denominada "Una familia" que se desarrolla en el Bharat Mandapam, el centro de convenciones y exhibiciones internacionales de la capital de India, Nueva Delhi.

En su discurso sobrevoló su preocupación por las ideas y propuestas del candidato presidencial de La libertad Avanza, el dirigente de ultraderecha Javier Milei, que resultó el más votado en las elecciones primarias de agosto.

"La Argentina promueve y protege los derechos humanos. Nuestra visión es integral, y alcanza tanto a los derechos civiles y políticos como respecto de los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales ya reconocidos. Volver atrás en los derechos otorgados solo debilita a la sociedad que los pierde", aseveró el mandatario en su segunda intervención del día.

En ese marco, Fernández dijo que "el valor de la democracia se pone en tela de juicio y el Estado de Derecho termina enfrentado a los discursos del odio que exaltan las dictaduras, niegan los genocidios y propalan la discriminación y el autoritarismo".

"Estas conductas asoman en todos nuestros países y no debemos mirar pasivamente como ese accionar se multiplica. Debemos actuar convenciendo a los descreídos y aplicando la ley a quienes quieren ignorarla. Gandhi predicaba la no violencia y ese pacifismo nunca fue sinónimo de resignación", agregó el jefe de Estado ante los líderes mundiales.

Y añadió: "Frente al odio que algunos expresan, debemos imponer el ejemplo de nuestras Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, que todavía siguen buscando a sus hijos desaparecidos y a sus nietos y nietas robados en medio de la masacre pidiendo justicia sin transitar el camino de la venganza".

Fernández inició su segundo discurso del día con una frase de Gandhi: "Me esforzaré en respetar las creencias de los demás, en buscar siempre lo mejor para todos y en ser un hermano para todos mis hermanos", reseñó y dijo tener la "enorme fortuna de hacer propio ese compromiso precisamente en la tierra en la que Gandhi nació y murió".

El Presidente hilvanó en su discurso hechos como el 50 aniversario del golpe de Estado en Chile -que se cumple el lunes próximo y por el cual volará directo de Nueva Delhi a Santiago para participar de los actos conmemorativos- así como los 40 años de democracia ininterrumpida que cumple la Argentina en el mes de diciembre.

"Este es un año significativo para América Latina. Chile recuerda que hace cincuenta años su democracia se quebraba. Moría Salvador Allende y se instituía una dictadura encarnada en Augusto Pinochet Ugarte quien persiguió, torturó y asesinó a todo aquél que se enfrentaba a sus propósitos autoritarios. Argentina, por su parte, celebra cuarenta años de democracia ininterrumpida preservando el Estado de Derecho, tras soportar la más cruel dictadura que nuestra memoria registra", indicó.

Por otro lado, reivindicó la agenda de temas de género y dijo que "debe estar a la vanguardia de nuestras discusiones".

"Debemos incorporar la perspectiva de género y diversidad en la formulación de políticas y la generación de condiciones de igualdad, autonomía, equidad y dignidad para las mujeres en toda su diversidad. Debemos ser conscientes de que es preciso implementar políticas que acaben con la desigualdad en el trabajo de cuidados no remunerados", expresó.

En el marco de la agenda 2030, Fernández exhortó asimismo a sus pares del G20 a "respetar y ampliar los derechos civiles" y llamó a "trabajar ya para consolidar la justicia social de modo tal que el desarrollo alcance a todos y no desampare a nadie".

"Preservar los derechos de los que trabajan es también un objetivo. Solo así acallaremos las consignas de odio y los discursos antidemocráticos", insistió.

En otro tramo del discurso, hizo referencia al conflicto del pueblo armenio: "En un tiempo en el que la guerra se libra en el este europeo y se multiplican conflictos violentos de menor atención pública pero igual de dolorosos como el bloqueo de Azerbaiyán en el Corredor de Lachin que provoca una crisis humanitaria que una vez más castiga al pueblo armenio en parte de su territorio, la Argentina reafirma su compromiso ineludible con el multilateralismo como método supremo de entendimiento internacional".

"Cuenten con la Argentina para avanzar hacia un futuro donde el azar del nacimiento no sea una marca indeleble de la inequidad. Cuenten con la Argentina para construir un mundo más justo, cooperativo, pacífico y fraterno. No hay por delante nada que importe más", concluyó su discurso.