La crisis social que se vive en Chile comenzó como una organización espontánea de la gente a través de las redes sociales, y provocó un estallido luego de que se anunció un aumento del pasaje del metro, el equivalente al subte en nuestro país, y otras medidas que los chilenos repudiaron en las calles. “Esta es la séptima jornada de protesta que se está viviendo en el país. Comenzó inicialmente con un llamado para evadir el pago del metro, por un alza en el valor de 30 pesos chilenos en el pasaje. Más personas se fueron sumando a esta movilización. Comenzaron hechos que llegaron a convulsionar la ciudad, como por ejemplo haber quemado más de 20 estaciones de metro. No había ocurrido en los últimos años una situación tan grave y de movilización. Este proceso es muy complejo, no hay líderes en este movimiento, es una especia de organización espontánea, de autoorganización por redes sociales que ha dificultado que la clase política pueda convertir esta demanda en soluciones y en políticas públicas”, explicó el analista político chileno Juan Carlos Vargas.