POLICIALES CORRIENTES

El conductor del fatal choque del viernes santo fue puesto en libertad

“Me acerqué a ella. Fue lo peor de mi vida. La miro, miré sus piernas. Atiné a ayudarla. Ella estaba conciente pero muy mal”, expresó Oscar Fernández, el conductor que atropelló y mató a la mujer en la madrugada del viernes santo en pleno centro de Santo Tomé y fue liberado ayer al mediodía.

“En realidad, ayer a la tarde, desde que salí lo primero que pensé es que le debía una respuesta a la sociedad en la que vivo. Le conté a Héctor De Jesús lo que había pasado y salió la entrevista. Ayer declaré tras cinco días de estar detenidos luego de ocurrido el accidente”, afirmó Fernández.

Señaló que el abogado le sugirió que no declare, pero “yo pedí para declarar. Podía abstenerme. Yo quiero dar la cara ante la jueza, la justicia, la sociedad. No tengo nada por esconder. Estoy muy dolido. Seguramente la madre, el padre y los familiares están más dolidos que yo”.

En el relato del hecho, Fernández recordó que “yo venía por avenida San Martín, no había mucho tránsito, iba despacio, velocidad normal, eran casi las doce, por Bertrán me da semáforo en verde, desde la confitería hasta la mueblería, miro al girar y el cruce peatonal si había alguien, después de la visualización pongo el giro, doblo y a los pocos metros me encuentro repentinamente con una persona. Yo no vi espacio entre una persona y la trompa de mi auto. Atiné a pegar el volantazo a la derecha. Ella ya estaba en el medio de la calle. Cuando yo atino a tirar todo el auto a la derecha, el auto choca contra el poste de un cartel, y ya la sentí abajo del auto. Giré, bajé por mi lado, grité, intenté sacar yo a la persona. Después recibí ayuda de otras personas,. Mucha gente después llamó a la policía, a la ambulancia, unos estudiantes de medicina intentaron ayudarme, reanimarla, ayudar en la situación”.

A esto recordó también que “vino la ambulancia rápidamente, personal de policía. Le tomaron el pulso y me confirmó el deceso de la persona. Yo traté, como primer impulso, volantear hacia la derecha. Después me encuentro con una situación que ya no podía hacer nada. Fueron milésimas de segundo”.

Dijo que con su familia “nos pusimos a disposición de los familiares de la víctima desde el primer momento. Les pedí para darle las condolencias a la madre, pero me dijeron que no era conveniente. Me hicieron dosaje de alcohol a mí y a ella también. Yo pedí para declarar, y después me informaron de la liberación. No sabría los motivos”.

“No tengo temor... (se quebró) Adentro de la cárcel se aprende que hay que tener temor de Dios. Estoy tratando de ponerme de pie. Hay alguien que necesita de mi, y es mi hija. Fue una situación donde no había nadie. Me dieron 30 días, cada 30 días tengo que presentarme. No voy a escaparme de nadie. Tengo que enfrentar la situación. No lo hago por los familiares, lo hago por mí. Necesito liberarme. Los abrazaría (a la familia de López), desde el primer momento quise abrazar a la madre, al padre. Vi una persona muy dolida, pero firme en sus creencias (por la mamá de López). Hasta creí que ella podía darme valor a mí. Yo estaba quebradísimo”, expresó.

No obstante, indicó que en las últimas horas recibió muchas amenazas vía redes sociales: “No se si son familiares o no. Yo no tengo miedo. Hay que tener sólo miedo de Dios. Yo no me escondo de nadie. Los entiendo, los comprendo, intenté hablar con ellos. No puedo esquivar, voy a ofrecerme, yo estoy en mi local, quedaron chiquitos sin mamá”.