En una entrevista en Radio Nacional Neuquén, Cristian Ponce, acompañante terapéutico en el servicio de adicciones del Hospital Castro Rendón, expresó su preocupación y la de sus colegas ante la inminente fecha de desalojo de la casa donde actualmente desarrollan su labor.

La incertidumbre reina entre los treinta trabajadores de distintas disciplinas que componen el equipo. Hasta el momento, no tienen información sobre su nuevo destino, ya que no se les ha asignado un espacio físico adecuado para continuar con sus actividades terapéuticas y talleres.

Ponce enfatizó la importancia de que el nuevo espacio cumpla con condiciones edilicias específicas para garantizar el adecuado desarrollo de los grupos terapéuticos y actividades programadas. La falta de un lugar adecuado podría afectar directamente la calidad de los tratamientos y la atención brindada a los pacientes.

La situación, además, preocupa al personal de salud por el tratamiento en marcha de los pacientes del Servicio de Adicciones. Ponce subrayó que no se puede dejar sin tratamiento de un día para otro a quienes están inmersos en procesos terapéuticos. La continuidad y estabilidad en el tratamiento son esenciales para el éxito de los programas.

Frente a la falta de alternativas ofrecidas por la dirección del hospital, los propios trabajadores se han visto en la necesidad de buscar alquileres por cuenta propia. Esta situación se complica aún más debido a la compleja situación económica actual, que también afecta a los pacientes del servicio.

Ponce alertó que la demora en la resolución de esta situación, sumada a la falta de un espacio adecuado, podría poner en riesgo todos los tratamientos en curso. Exhortó a una pronta y efectiva solución por parte de las autoridades del hospital para garantizar la continuidad y la calidad de la atención en el Servicio de Adicciones. La estabilidad de los espacios terapéuticos y la atención a los pacientes deben ser prioritarios en esta situación crítica.