Suplemento de viernes, por Sergio Tagle

Kicillof conversa con Cooke propósito de “una que no conozcamos todos”

Kicillov. Una conversación con J.W. Cooke a propósito de “una que no conozcamos todos”

En este Suplemento de viernes vamos a hacer conversar a Axel Kicillof con John Wiliam Coocke. Tambièn podríamos decir “fechas de la semana”. Cooke falleció el 19 de septiembre de 1968 y fue uno de los más destacados dirigentes, militantes y teóricos de un peronismo que se proponía objetivos revolucionarios. ¿Cook tiene algo que decirle al peronismo actual? A simple vista, no. O lo tendríamos que poner en diálogo con Axel Kicillof a propósito de “cantar una que no sepamos todos”. Lo hablamos acá y fue objeto de muchos comentarios en todos los medios, la mayoría críticos, en la semana que termina. Resumamos.  La consigna o “la remera” que propuso Kicillof fue “cantemos una que no nosepamos todos”.

Hizo una analogía con recitales de rock o de música en general donde se canta una o pide “una que sepamos todos”.¿Cómo se traduce esto en el kirchnerismo, en el peronismo? Se traduce en “todo bien con Perón y Evita; todo bien con Néstor y Cristina pero no podemos seguir militando esta nostalgia. Es necesaria otra canción, es decir, otro programa. (Por lo menos esto es lo que entiende uno) Este nuevo programa, según el gobernador de Buenos Aires, debe absorber críticamente banderas del peronismo histórico, del kirchnerismo e incorporar ideas que no estuvieron presentes en el peronismo ni en el kirchnerismo.

Esto es lo que dice Kicillof y esta es una síntesis conceptual de la biografía militante de John William Cooke. Primero fue radical. Después del 17 de octubre de 1945 advirtió que el radicalismo se agotó como fuerza popular o que había sido superado por el peronismo y se hizo peronista. En la década del 60, después de la Revolución Cubana, Cooke creyó que la definición de Evita, “el peronismo será revolucionario o n o será nada”, necesitaba de una teoría y que esa teoría era el marxismo.

La canción siempre era nueva y superadora desde una perspectiva de las clases dominadas. El radicalismo era nuevo y mejor  respecto de la República Conserva que lo precedía. El peronismo era nuevo y mejor respecto del radicalismo que lo precedía. La Revolución Cubana, entendía Cooke, le presentaba al peronismo nuevos desafíos teóricos y prácticos. Nos formulamos esta pregunta sin respuesta. ¿El kirchnerismo está agotado y es necesaria una nueva organización e identidad popular? Hasta acá no llega lo que dijo Kicillof. Digamos que John William Cooke no fue un izquierdista aislado dentro del movimiento. Ni arengaba desde fuera del movimiento. Fue el principal dirigente de la resistencia peronista en sus primeros años, fue delegado de Perón.

Perón escribió una carta donde decía que si él moría o le pasaba algo grave, su sucesor era “el Dr. John William Cooke”, así lo nombraba porque Cook era abogado. Su activismo, su militancia y su dirección del movimiento en ese momento resistente, fue a través del boicot, la huelga, el caño y la palabra. Su acción y su teoría se basaba en el peronismo al que consideró necesario pero insuficiente para producir una revolución que -creía- debía ser socialista. Al peronismo le faltaba algo y eso que le faltaba -consideraba Cooke- era el marxismo, ajeno a la doctrina peronista. Esto de alguna manera también lo dice Kicillof.

“Rescatar lo mejor del peronismo e incorporar ideas nuevas, que no pertenezcan a su tradición doctrinaria. Pero Kicillof no menciona al marxismo. Deja abierta las posibilidades a cualquier idea útil a procesos de confrontación con el neoliberalismo. Una definición de Cooke dice que “un clima de rebeldías individuales puede durar indefinidamente. Solamente cuando la rebeldía está coordinada y encausada en un movimiento de liberación, adquiere la eficacia necesaria para luchar con éxito”. Esta es toda una tesis, útil para nuestro presente y por estos motivos lo vamos a hablar en otra oportunidad.

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