hugo diaz una noche en la tierra

Homenaje en el día de su natalicio

Celebramos al gran Hugo Díaz y el Día del Armonicista Argentino -que se conmemora cada 10 de agosto en homenaje a su nacimiento- con la presentación de “Hugo Díaz- Antología Volumen 3 1953-1966. El tesoro escondido”. Un disco doble con 31 canciones, veinte inéditas, en el que Mavi junto a un grupo de coleccionistas e investigadores trabajó durante casi diecisiete años, buscando estos registros sonoros, que se creían perdidos.

¿Cómo era Hugo como papá?

“Era un niño grande. Yo creo que toda esa pobreza de su primera infancia y ese hambre de cultura de todas las cosas que no había tenido acceso de pequeño, de grande las depositaba en mí. Él necesitaba compartir conmigo. Entonces, por ejemplo, veníamos al centro e íbamos a tres cines en un mismo día. Y me llevaba a ver películas desde “El Acorazado Potemkin”, “Le Ballon rouge”, cine noir francés hasta de Jean Gavin. O me regalaba libros de poesía de Ungaretti y me preguntaba que me parecía. O íbamos a escuchar música: Bill Evans, Rey Charles, Lionel Hampton… y cada artista que íbamos a ver yo lo miraba más a mi papá que al artista, porque él se sentaba, me agarraba la mano y empezaba a llorar. La música lo atravesaba de una forma increíble”.

¿Qué hubiera pasado con Hugo hoy como músico?

“La música le llegaba sin ninguna etiqueta, sin ningún encasillamiento y sin ningún prurito. Si algo le llegaba al corazón le gustaba. Creo que estaría orgulloso de su nieto Dano, que le encantaría ver todas las músicas nuevas y que estaría tocando con pibes, eso no me cabe la menor duda, porque siempre también le gustaba rodearse de gente muy joven. De hecho, sus músicos siempre fueron jóvenes de 20 años que tocaban en otros estilos también. Creo que disfrutaría de la música buena, cualquiera sea su estilo”.

Escuchamos: “La última curda”, “Caravana” y “Zamba del ángel”

Gracias Mavi, un placer recibirte!