Por Daniel Corujo.-

Cuando se haga el repaso de los acontecimientos del año 2023, el 16 de mayo quedará marcado a fuego por el histórico descenso de Atenas de Córdoba en la Liga Nacional de Básquet (LNB).
Para el que no entiende ni un poquito de básquet y lo parangonamos con el fútbol, es comparable con el descenso de River Plate en el 2011.
Atenas, luego de 38 años en la LNB y siendo el máximo ganador con nueve títulos, perdió el play off de permanencia contra San Lorenzo por 3 a 2 y descendió después de tantos años de gloria.
Se veía venir. Hacía un lustro que venia “coqueteando” con el descenso.
En ese lapso hubo problemas dirigenciales, económicos y deportivos, claro.
Más allá que peleó hasta el quinto partido ante San Lorenzo, Atenas estuvo 23 cotejos sin conocer la victoria, la racha negativa más importante en su participación en la élite.

Hasta un ícono del básquet argentino, que nunca jugó en el equipo cordobés, como Andrés “Chapu” Nocioni escribió en sus redes sociales: “Duele el descenso de un grande de la Liga Nacional como Atenas. Muchos títulos, muchos años de gloria, figuras que jerarquizaron al básquet argentino. Ojalá vuelva pronto. Su historia así lo merece.”

Atenas ya no es de Primera.
Deberá rearmarse y recuperar el espíritu y la gloria que algún día le dieron nombres de la talla Marcelo Milanesio, Germán Filloy, Leonardo Gutiérrez, Leandro Palladino, Carlos Cerutti, Fabricio Oberto, Diego Osella, Walter Herrmann, Juan Espil o Bruno Lábaque, por mencionar a varios.
En definitiva, el más grande del básquet nacional deberá volver a ser…