Por Fabián Codevilla

Una nueva derrota de La Academia, la quinta en los últimos seis partidos en el torneo local, que no fue solo un dato estadístico, la misma provocó un sismo y dejó tambaleando la continuidad del técnico.

El ambiente en el vestuario fue denso y tenso, la conferencia de prensa en espera producto de una reunión entre el entrenador y los referentes con los jóvenes del plantel afuera.

Fernando Gago fue duro y directo “si soy el obstáculo doy un paso al costado” algo que a los jugadores caló hondo y la respuesta fue tajante, “dejanos demostrarte en la cancha nuestro compromiso con este proceso”.

Casi dos horas después de la finalización del encuentro y bajo un clima enrarecido por la situación, Gago llegó al recinto de prensa y con un semblante marcado por la tensión y el nerviosismo vividos, se dirigió a los presentes descomprimiendo la espera, alejando los fantasmas que sobrevuelan Avellaneda y que amenazaron con interrumpir un proceso que sorprendió la temporada pasada por funcionamiento y resultados, que pasa por un periodo negativo producto de múltiples lesiones y bajas, que terminan incidiendo directamente en el seno de un plantel que le ha jurado a su conductor morir con las botas puestas.