Belén Zavallo, escritora y docente entrerriana, presentó Aspas, su libro más reciente, publicado por Híbrida Editora. “Un libro puede ser una novela. Este libro encierra una historia, una saga familiar, el mapa de un drama común, una geografía conocida, pero dicho –y escrito- de una manera única”, escribió Marina Mariasch en la contratapa. “No puedo escribir sobre cosas que no tengo montadas en la lengua, no puedo ser artificiosa y artificial. Marguerite Duras dice que en lo dañado hay un libro y lo dañado se repite en una. No puedo ir en contra de eso”, dijo Zavallo, quien también contó que en sus libros le interesa trabajar en esa “desvinculación con lo que está naturalizado e impuesto para las mujeres. Siempre quiero salir de las cosas injustamente impuestas. La literatura es un espacio no solo de belleza sino un espacio desde donde una puede denunciar”. En cuanto a las literaturas híbridas y a los formatos que no se pueden encasillar, Belén Zavallo dijo que al escribir Aspas hizo el ejercicio de “romper la voz”: “Lo que aparece para expandir los sentidos es la poesía y ese trabajo de la poesía es ineludible incluso en la narrativa”.

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