Academia convulsionada racing club

Un día de Furia

Por Fabián Codevilla

El ambiente en el Racing Club de Avellaneda estuvo más que agitado, los ánimos alterados por la partida de Nery Domínguez (Capria y Gago pidieron insistentemente desde Diciembre que se le renueve el contrato que vence el 30 de junio) más la indiferencia, el egocentrismo y el menosprecio del presidente en diversas situaciones, hicieron que en las últimas horas la continuidad del secretario técnico hubiese estado más que condicionada, podríamos decir que a punto estuvo el Mago de presentar su renuncia.

A este malestar se le sumaba el disgusto del técnico, al que la comisión directiva no le volvió a hablar más de la extensión de su contrato desde la derrota ante River de Uruguay por Copa sudamericana.

Fernando Gago está muy enojado con este proceder dirigencial, situación por la cual reunió a todo a su CT para informarles que no piensa ampliar su vínculo con el club hasta 2024 y que prefiere esperar a que venza el mismo, a fin de año, para reanudar las conversaciones.

El entrenador intuye que los dirigentes lo miran de reojo a partir de las eliminaciones en la Copa de La Liga, Sudamericana y Copa Argentina y que estarían esperando el clásico ante Independiente, de la 7º fecha, para retomar o no, dependiendo del resultado, las negociaciones ya empezadas.

Finalmente la sangre no llegó al río y en la jornada del martes, en horas de la tarde, se produjo una reunión entre Víctor Blanco y Rubén Capria en la que surgieron rispideces y donde se dijeron todo lo que debían decirse, entre los temas tratados, más allá de los mencionados, se encontraba el contrato laboral del manager vencido hace 6 meses, un incremento salarial del mismo y ratificarle a él, toda la confianza para que siga desarrollando, sin sobresaltos, la gestión por la cual fue convocado a principios de 2021.

El presidente y Capria fumaron la pipa de la Paz y acordaron seguir trabajando a la par.

De ahora en más, el próximo paso, es restablecer la relación dirigencial con Gago, darle tranquilidad, apuntalar su muy buen trabajo, no dejar detalle librado al azar y darle todas las armas necesarias para que nada lo saque de foco ni lo haga desviarse del objetivo, que es ir por el campeonato.