Por Daniel Corujo

Y otra vez Rafael Nadal lo hizo. En una de las pocas veces que no llegó como claro favorito a Roland Garros, su torneo, fue y lo hizo de nuevo. Ganó su Grand Slam 22. El que más ganó.

Venció a Casper Ruud por 6-3, 6-3 y 6-0 y por decimocuarta vez se repitió la foto: Nadal y la copa en Roland Garros.

En el más naranja que nunca polvo de ladrillo parisino, Nadal sigue haciendo historia. Es difícil para alguno que aún lo discute (insólito, si, pero pasa), sostener esa discusión sobre si es el más grande o no, es complicado. Después, de los Big Three que pusieron la vara muy alta, Nadal hoy es el que tiene más Grand Slams.

Porque dijimos que no era el favorito en este Roland Garros, fundamentalmente por dos razones: su lesión en el pie izquierdo y la poca competencia previa a París (apenas 5 partidos)

Nadal es, hoy, la cabeza más competitiva del deporte mundial. Sabe perfectamente que hacer en cada punto. Como jugarlo. Como plantearlo. Cuando atacar. Cuando ir dos o tres metros detrás de la cancha.

Pero lo cierto es que, con mucho sacrificio físico, avanzó en esta edición de Roland Garros venciendo al joven canadiense Auger Aliassime en cinco sets y a Novak Djokovic en cuatro, en un partido donde las apuestas estaban a favor de “Nole”.

Nunca le quedó cómodo el partido a Ruud. Ni siquiera cuando en el segundo set estuvo 3-1 y saque. Alli la “bestia” española pisó el acelerador, ajustó sus tiros y ganó cinco games al hilo para quedarse con ese capítulo.

En el tercero cuando quebró temprano para ponerse 2 a 0 sólo había que contar los minutos para saber cuándo Nadal levantaría su decimocuarta copa en Roland Garros.

Desde las tribunas aplaudieron a Nadal el Rey de España Felipe VI, el príncipe de Noruega Haakon Magnus, el actor Michael Douglas, el ex campeón de tenis Stan Smith y el futbolista Robert Lewandowski, entre otros.

Una nueva proeza de Rafael Nadal. Habrá más?