Los medios de comunicación cumplen un rol fundamental a la hora de naturalizar o reproducir estereotipos y mandatos que atribuyen espacios, roles y tareas diferenciadas según género. En la actualidad en un contexto de avance de derechos en cuestiones de géneros, los medios tenemos la posibilidad de, a través de nuestros mensajes, acompañar estos procesos de deconstrucción y ayudar a erradicar conductas que promueven la desigualdad de género.
Los medios públicos en particular, entendemos la comunicación como un derecho, y esto requiere someter a debate y reflexión prácticas y discursos muy arraigados en el imaginario social, para lograr ser agente de cambio en la construcción de relatos que respeten los derechos humanos y promuevan la equidad de género, aportando a la construcción de una sociedad más justa e igualitaria.
¿Pero qué pasa cuando las mujeres y disidencias son estereotipadas o silenciadas en los medios? Estas conductas van en contra de la ley Ley 26.485 de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres. La misma tipifica la violencia simbólica como aquella que “a través de patrones estereotipados, mensajes, valores, íconos o signos transmita y reproduzca dominación, desigualdad y discriminación en las relaciones sociales, naturalizando la subordinación de la mujer en la sociedad”. Además esta ley incluye en sus modalidades a la violencia Mediática, que es aquella “producida por los medios masivos de comunicación a través de publicaciones, difusión de mensajes e imágenes estereotipados, que promueven la explotación de mujeres o sus imágenes, o que injurie, difame, discrimine, deshonre, humille o atente contra la dignidad de las mismas”.
Por su parte, en cuanto a la representatividad de las mujeres y disidencias en los medios, del último estudio del Monitoreo Global de Medios se desprende que en Argentina hay casi paridad de género entre quienes reportan noticias en medios tradicionales (radio, televisión y gráfica); sin embargo las mujeres representan una minoría entre presentadoras (37%) y menos aún entre las personas consultadas como fuentes de noticias (20%). Esta subrepresentación de mujeres y disidencias obstaculiza el cumplimiento de leyes nacionales y tratados internacionales que promueven la libertad de expresión y el derecho a la comunicación:
Convención para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer(CEDAW).
Convención Americana de Derechos Humanos (Art. 13 sobre libertad de expresión)
Plataforma de Acción de Beijing (Art. J sobre objetivos estratégicos en vistas a acortar la brecha de género en los medios)
Capacitarse en las temática de género permite identificar y analizar críticamente aquellas miradas y prácticas que naturalizan la discriminación y las violencias, para reconstruir el rol de los medios en relación a los patrones socioculturales que legitiman la desigualdad y las violencias por motivos de género.
