Hace pocos días se logró dar en adopción los dos últimos perros que estaban alojados en el predio donde residía Carmencita López, en el Parque Mariano Moreno.

El proceso, que permitió la adopción de unos 100 perros, fue prolongado y demandó el compromiso del Área de Veterinaria de la Municipalidad, de asociaciones proteccionistas y de la comunidad de San Rafael, que ha asumido responsablemente el cuidado de los animales.

Según recordó Mazzini, “a Carmencita López la situación la había superado. Mucha gente le llevaba los animales, le dejaba una bolsa de comida y le trasladaba la responsabilidad. Como si con eso alcanzara para criar y cuidar a un animal. Era como una suerte de depósito de perros”.

Con estas dos últimas adopciones “se da una gran paso y significa una evolución para la sociedad de San Rafael. Es un cambio cultural” aseguró Mazzini.

Lamentó que siga habiendo abandono, pese a las soluciones que aparecen como opción, caso de la castración gratuita que ofrece la Municipalidad, que permite frenar la proliferación de perros abandonados.

Las castraciones se realizan en calle Lugones 85 o a través del quirófano móvil, que recorre los distritos.