“Nosotros venimos hace un tiempo gestionando todo lo que tiene que ver con generar un diálogo entre comunidades, gobiernos y empresas, donde empiece a salirse de ese esquema de que uno es el que más manda o porque tiene el capital, el poder o la potencial agresión de por medio, sino que se puede crear juntos una nueva manera de relacionarse que no tenga que ver siempre con el que es más fuerte”, comentaba Rodolfo Tarraubella, Presidente de la Fundación Eco-Conciencia y Director Ejecutivo del Centro de Innovación y Formación de Líderes y Autoridades y Miembro de las Naciones Unidas.

Además mencionó: “Lo que implica una mesa de diálogo como la que nosotros armamos, es por un lado mitigar todos los miedos que uno pueda tener a una actividad determinada. Luego va a pasar a un proceso que tiene que ver con no solo entender los que se van a aplicar en esa industria. También sigue otro proceso que tiene que ver con negociar lo beneficios locales que le va a corresponder al  pueblo o al lugar donde se va a radicar la industria. Y por último, el monitoreo participativo comunitario de los acuerdos logrados y de los temas ambientales “.