EL MUSEO TERRY DE TILCARA Jujuy

Incorporan lengua de señas en sus producciones

Esta semana se pudo ver en las redes sociales del Museo Terry de Tilcara la incorporación del lenguaje de señas en contenidos audiovisuales. Sobre esta novedad hemos conversado en el aire de nuestra emisora con el Director de la institución Juan Muñoz: “es una deuda que tenía el museo desde siempre empezar a trabajar con la comunidad sorda. Porque el fundamos del museo Terry, José Antonio Terry era sordo de nacimiento al igual que sus hermanas. Esta familia ha sido muy importante para la comunidad sorda.

Cuando José Antonio viaja a formarse como pintor en Europa conoce Asociaciones de personas sordas y conoce también la lengua de señas y trae esa información a la Argentina y es uno de los primeros promotores de la lengua de señas y funda la primera asociación de personas sordas de la Argentina y funda la primer asociación de personas sordas del país, espacio del que fue presidente durante 25 años, entonces para la comunidad sorda Terry antes que ser un pintor es un referente".

 

De las formas posibles que pensó la dirección del museo en el sentido de incluir por ejemplo el lenguaje de señas, está empezando a poner en práctica algunas. Juan Muñoz lo contó de la siguiente manera: “dentro de la transformación integral que pensamos hacer en el museo la primera fue incorporar a la planta a una persona sorda, en este caso es Romina Galán que es nuestra nueva asesora y además Mariana Quintela de Abra Pampa quien se formó como intérprete de lengua de señas y es trabajadora social. Ellas funcionan como un equipo inicial".

 

Sobre la parte profunda de esta nueva mirada del museo Terry acerca de la inclusión de personas que sufren esta discapacidad total o parcial, de nacimiento o adquirida, el director dijo: “me parece que tenemos que ir un poco más a fondo e incluir su mirada en las instituciones que es lo que estamos proponiendo desde el museo. Que ellos puedan decirnos también que necesitan, como están pensando el arte en este caso. No solamente nosotros hacer cosas para resolverles a ellos la accesibilidad sino involucrarlos y que sean ellos los que dicen cómo hacerlo.

Es un desafío muy grande porque es incómodo, porque de alguna manera para nosotros es ponernos a trabajar en algo que nos saca de nuestro lugar habitual, nuestro lugar de comodidad. De hecho, está incorporación de Mariana y de Romina empieza con un curso de 6 meses que es obligatorio para todo el personal del museo, para que nosotros podamos también manejar lo básico de la lengua de señas para poder relacionarnos con ellas. Si nosotros no hablamos lengua de señas también es muy difícil que podamos armar un equipo de trabajo".