Por Fabián Codevilla

¿A que juega Racing? Es la pregunta recurrente de sus hinchas y del espectro futbolístico.
Desde la llegada en el mes de diciembre de Rubén Capria como manager de la institución y la designación de un nuevo técnico, elección que recayó en Juan Antonio Pizzi, Racing no ha logrado encontrar un estilo de juego, una marca registrada para identificar su funcionamiento.
Pizzi ha probado con línea de cinco, con línea de tres, con laterales que se desdoblen en defensa y ataque, con un creativo como enganche, con un revulsivo detrás de los delanteros, con tres atacantes, más allá de los nombres elegidos, salvo en algunos partidos puntuales, jamás demostró una identidad.
Todo esto llevó a que la dirigencia estuviera a punto de destituirlo, inclusive hasta teniendo un sucesor a horas de asumir como Antonio Mohamed, un par de buenos resultados ante San Lorenzo en el ámbito local y ante San Pablo en el marco internacional, frenaron su caída.
¿Hay atenuantes? Si claro, no son excusas, pero podemos decir al respecto que la pandemia le causado muchos problemas, desde el mes de febrero, con Eugenio Mena como primer infectado, La Academia sufrió más de 25 contagios de Covid en tres meses, lo que ocasionó no haber podido poner en cancha un mismo equipo en más de dos partidos, hay que sumarle también la superposición de encuentros que arrojaron varias lesiones.
Cabe destacar que con un plantel corto tuvo que encarar Copa Libertadores, Copa Argentina y Liga Profesional.
Más allá de que el balance final del semestre, está claro a simple vista, demuestra que se han cumplido los objetivos, hablamos de la clasificación a 8º de final, primero en su grupo, en el torneo continental, el pasaje a la misma instancia en el torneo federal y llegar a la final en la liga, eso no alcanza, hay una deuda pendiente y es lograr un funcionamiento que aún no ha logrado y que avale los logros obtenidos.
El comienzo de una nueva etapa, las incorporaciones que puedan llegar, más la realización de una pretemporada acorde con las exigencias, serán seguramente la oportunidad necesaria para encontrar la identidad futbolística deseada que despeje los densos nubarrones que ensombrecieron los resultados conseguidos.