Desde hace un año que Isabel Catriman vive una situación de tensión en su territorio, luego de que el antiguo titular del terreno ubicado en cercanías del Parque Nacional Los Alerces  -con el que había un arreglo de palabra por el lugar- falleciera y el lugar cambiara de dueños. El 5 de mayo de 2019, en plena pandemia ingresaron los nuevos titulares al lugar y comenzó lo que Isabel considera un amedrentamiento: "A mi me trajo el ocupante, hicimos un arreglo. Nosotros no fuimos ni puesteros, ni peones, trabajábamos en conjunto. Me siento rechazada, me tratan de mentirosa y eso no es así", explicó.

La historia de la familia de Isabel se remonta a 1937, cuando sus padres fueron violentamente desalojados de Nahuelpan y luego se asentaron en barrio Buenos Aires en Esquel. Cuando conoció al antiguo dueño, Lucio Freeman, acordaron trasladarse al lugar en donde Isabel lleva adelante sus rogativas y costumbres heredadas de su cultura, lo cual implica también un vínculo afectivo con el lugar en donde vive hace 20 años. Actualmente los nuevos dueños, Alejandro Samamé y Nahuel Serra, se niegan a reconocer ese acuerdo y durante la jornada del jueves volvieron a ingresar al terreno para continuar con los planes que tienen en el lugar, sin consultar con Catriman. Esto desembocó en una nueva denuncia por parte de la lof Catriman como medida preventiva hasta tanto se resuelva la cuestión de fondo.