Conocemos la historia de Antonella Mela, de 41 años, reside en la ciudad de Hanói y es maestra jardinera.

¿Cuánto hace que vivís en Vietnam?
Vivo en Vietnam desde hace 3 años. Antes viví en Camboya por otros dos.

¿Qué es lo que más te gusta de vivir en ese país?
El flujo de la vida, la facilidad con la que se pueden hacer muchas cosas. Es un país que te permite reinventarte a cada momento y probar cosas nuevas. Se vive mucho más en el presente. Me encanta el sentido de comunidad de la gente. La sencillez con la que viven, día a día. Hay muchas oportunidades laborales, incluso de emprender proyectos propios. La aventura de vivir en el extranjero, donde cada día es distinto, siempre se descubren cosas nuevas. Es un aprendizaje constante.

¿Cómo fue adaptarte a una cultura diferente?
No fue tan difícil como parecería desde fuera. Y aunque no lo crean hay muchas cosas que me recuerdan a casa. Como la inventiva de la gente para reciclar y reparar todo tipo de cosas, el amor por la comida y la familia. El idioma sí que es una de las dificultades, ya que es muy difícil de aprender, pero se puede lograr con dedicación. La mayoría de los extranjeros que viven acá hablan en inglés.

¿Qué es lo que más extrañás de Argentina?
A mi familia y amigos, y al mate. Acá no se consigue yerba, así que dependemos de la gente que viaja a otros países, en los que sí se consigue, para que nos traiga. Justo ahora me queda menos de medio kilo y ya estoy sufriendo. Otra cosa que extraño de Argentina es la comida, principalmente, las facturas.

¿Qué les dirías a los argentinos que quieren visitar Vietnam?
Que ni lo duden. Es una gran experiencia. Un país diferente al nuestro. Está  lleno de cosas por descubrir, curiosas, interesantes, divertidas. Tiene rica comida, bellos paisajes, y otra forma de vida. Totalmente recomendable.