Natalia Herrera, periodista colombiana que trabaja en Bogotá, capital de Colombia, dialogó con Trabajo de Hormiga en Radio Nacional Esquel sobre el conflicto social que atraviesa el país. Señaló que "es una situación muy tensa. Ayer fue una de las noches más violentas que vivió la capital en este paro nacional". "La violencia ha escalado a todo nivel y estamos muy preocupados de que esto pueda terminar en medidas de conmoción interior o Estado de sitio". "Colombia vivió durante muchos años un largo conflicto y durante 30 años, desde el '70 hasta los años '90 vivimos períodos constantes de Estados de sitio donde se violaron sistemáticamente los derechos humanos de la población civil", explicó.

El motivo que provocó el estallido fue una reforma tributaria, que el gobierno posteriormente retiró y "afectaba directamente a la clase media que fue muy golpeada por la pandemia porque acá la informalidad económica muy grande". "Si bien se retiró lo que realmente no puede desconocer el gobierno y es lo que sigue sucediendo en las calles es que es una sociedad demasiado golpeada por las medidas económicas, por la pandemia, por una vacunación que avanza muy lentamente", planteó la periodista. De todas formas, aclaró que no fue descartada por las autoridades del gobierno de Iván Duque: "Ha buscado imponerla por la fuerza. La retira pero al mismo tiempo dice que la va a volver a presentar consultando solamente a los dos partidos más cercanos al gobierno que es Centro Democrático, el partido de gobierno, y el partido Conservador. Desconoce toda una negociación con otros partidos de oposición y otros sectores que ven esta reforma como un serio retroceso y una afrenta".

Con respecto a las características de las manifestaciones, resaltó: "Las últimas cifras de pobreza muestran que solo en Bogotá el 40% pasaron a la pobreza. En Colombia se está viviendo un estallido social muy orgánico también porque es diferente a otras protestas porque no hay líderes tan visibles, hay un movimiento grande de jóvenes". "Es un proceso de derecha cada vez más radical que está centrado en el uribismo y de alguna manera las fuerzas de seguridad colombianas siempre han sido también de derecha. La decisión de sacar al Ejército a las calles ha añadido nuevas vulneraciones al orden constitucional colombiano". "Aquí hay una bomba social y los jóvenes decidieron salir a la calle a decir que no hay futuro", subrayó.