En el programa Farolitos en la oscuridad de Radio Nacional Resistencia, Armando Benítez, uno de los testigos que declaró en la causa Caballero III, contó sus impresiones: “recobré mi libertad el 17 de noviembre de 1981 en plena dictadura militar cuando los torturadores y asesinos estaban en funciones o caminaban por las calles. En esa época era muy pesimista en cuanto a que algún día se concretaría un hecho de justicia y poder declarar a 46 años de los hechos es una reivindicación histórica”, dijo.

Benítez detalló aspectos de su vida y de su militancia: “en 1970 tenía 15 años e integraba una familia peronista y en esos años, una visita de Raymundo Ongaro a Resistencia en la que convoca a militar a la juventud me motivó a hacerlo. Después en la universidad también lo hice junto a compañeros inolvidables como Guillermo Amarilla por ejemplo. Respecto a la realización de los juicios creo que son fundamentales, aunque declarar fue más duro que lo que pensaba. Hoy tengo otra dimensión, y me angustia  todo lo que sucedió, especialmente la tortura y darme cuenta del contexto de época que se vivía. Tras la muerte de Perón la derecha peronista se sintió liberada para ejecutar su proyecto y por eso que no es casual todo lo que vino después. Estos juicios son necesarios para no perder la memoria y conseguir justicia”, afirmó.