MUJERES TRABAJADORAS

El maquinista “soy yo”

“Algo que me gusta, que amo”, de esta forma explica la jujeña Antonia Celia Mamani, cuando se le consulta sobre su trabajo. Opera una retroexcavadora para una empresa, una labor impensada para las mujeres, hasta que ella se propuso hacerlo con total dedicación y profesionalismo.

Actualmente se encuentra realizando tareas en la Cuesta de El Totoral y desde ese lugar contó, a Juntos.com, su experiencia.

“Vengo desde el 2007 con esta máquina manejando, tengo experiencia en mis años, es algo que me gusta, algo que amo”, repite entre risas ante la insistencia y curiosidad periodística.

Antonia recuerda que “era chofer en una empresa minera”, tras presentarse a una convocatoria a mujeres, para conducir camiones. “Cuando entraba a la zona de carga me llamaba la atención la máquina (por la retroexcavadora) y decía: quiero estar ahí. Hablé con los ingenieros, me dieron la oportunidad y acá estoy”, manifiesta.

“Cuando ven a una mujer en una máquina debe haber una desconfianza, siempre es terreno riesgoso, de mucha profundidad, derrumbes, pero yo estoy segura, no tengo dudas en ir a charlar con el ingeniero o con el encargado sobre qué quieren hacer, y lo hacemos”, afirma.

Dice que sólo al principio en su provincia cuando llegaba a las obras y no la veían, preguntaban dónde estaba el maquinista. “Soy yo”, recuerda ahora que les decía y que “se quedaban en silencio” y la miraban. “A mí me dicen lo que tengo que hacer y lo hago, hago mi trabajo”, remarca.

Tiene dos hijos, el varón hoy es su “colega”. Fue ella misma quien lo capacitó y opera maquinaria también en la empresa que fue contratada por la Dirección Nacional de Vialidad para reforzar la construcción de parte de la zona de camino en Ruta Nacional 38, en la Cuesta del Totoral, en una zona de muy difícil acceso.

“Sería hermoso que haya empresas que nos den la oportunidad a las mujeres”, indica pero a la vez le dice a todas aquellas mujeres que si no las hay, “tiene que salir de uno” y presentarse en los trabajos en los que uno sea capaz, aun cuando se crea que solo los pueden hacer los hombres.