La postal del ATP250 de Córdoba es particular. El barbijo es protagonista como en cualquier actividad diaria en la Argentina.

El tenis, obvio, no es la excepción...

“Los protocolos son muy estrictos. Cada cuatro días, a través de la gente de salud de la provincia de Córdoba, todos los involucrados, incluyendo jugadores, entrenadores, los que trabajamos en la organización somos hisopados”, cuenta a radio Nacional el director Mariano Ink.

No hay venta de tickets a espectadores, sino invitados. En total pueden llegar a ser 500. Apenas 10 periodistas presenciales (entre los que está la radio) pueden ingresar a la cancha. El contacto con los jugadores es muy limitado.

De hecho, la organización como parte del merchandaising del campeonato reparte, gratuitamente, barbijos.

En las tribunas las plateas, de a dos asientos, están separados por más de dos metros, manteniendo el distanciamiento social.

Hay varios puestos dentro del predio “Mario Kempes” de alcohol 70-30. En los ingresos a los distintos sectores del certamen e, inclusive, a las canchas.