En nuestro anterior capítulo comentamos que tanto Georg Philipp Telemann como Antonio Salieri, Saverio Mercadante y Félix Mendelssohn tomaron el episodio de Las bodas de Camacho como fuente de inspiración para escribir obras escénicas. Podemos agregar, además, a los españoles Antonio Valladares de Sotomayor (1737 – 1820) y a Juan Meléndez Valdés (1754 – 1817). Parte del interés de los compositores por este capitulo radicó en las tres danzas que tienen lugar antes de la boda: la danza de espadas, la danza de doncellas y la danza de artificio.
En lo que respecta a Antonio Salieri, hacia 1770 compuso el divertimento teatral Don Quijote en las bodas de Camacho, basado en los capítulos 19, 20 y 21 de la segunda parte del libro, en el cual se narra la intervención de Don Quijote y Sancho Panza en la boda de la bella Quiteria con el adinerado Camacho, a pesar de que ella ama al humilde Basilio. El libreto del divertimento de Salieri fue escrito por Giovanni Boccherini y su estreno se dio en 1771, en Viena. Aquí, la obertura interpretada por la Orquesta Sinfónica de la Radio de Eslovaquia, con la dirección de Michael Dittrich.
"Las bodas de Camacho" por Jose Moreno Carbonero
Como mencionábamos anteriormente, Saverio Mercadante también compuso una ópera basada en el episodio de Las bodas de Camacho. Mercadante escribió esta obra entre 1829 y 1830, y una de las características más sobresalientes es que posee muchos elementos de la música popular española. Tal como explica el manuscrito original de la partitura, el compositor empleó ritmos y motivos populares españoles para crear una atmósfera adecuada al texto. Pero algo que debemos destacar es que Mercadante dejó de lado el tono humorístico y grotesco que solían tener, hasta ese momento, las representaciones del Quijote, para centrarse en la seriedad de la trama y las características de cada uno de los personajes. El poder del dinero, la corruptibilidad de los hombres y los ideales del Quijote se hacen presenten y marcan, de cierto modo, un cambio de visión sobre la obra de Cervantes, algo que se profundizaría a partir de 1847, con el tercer centenario del nacimiento del escritor. Vale por último mencionar que la partitura de esta ópera estuvo desaparecida durante casi dos siglos, habiéndose hallado nuevamente en el año 2005. Compartimos el “Aria de Sancho Panza”, interpretada por el bajo Domenico Colaianni, el Coro de la Basilica de San Pedro y los Solistas de la Orquesta de Cámara de la República Checa, con dirección de Antonio Fogliano.
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